Donde la naturaleza manda
6 de noviembre de 2008Hace casi treinta años se determinó, por primera vez, que una región alemana entrase a formar parte del proyecto de la UNESCO “El hombre y la biosfera”. Ésta fue Vesseltal-Thüringer Wald, entre el valle del Vessel y el bosque de Turingia.
Se trataba de los primeros esbozos de lo que hoy se conoce como desarrollo sostenible. Las reservas de la biosfera comprenden ecosistemas terrestres y marítimos. Entretanto hay 15 reservas en Alemania, reconocidas por la Unesco. Una más está en planificación.
En el mundo entero hay 459 regiones que llevan este sello; son espacios en los que se desarrolla y prueba formas de convivencia entre el hombre y la naturaleza; en ellas se protege el medio ambiente y se procura un equilibrio entre su aprovechamiento económico y la conservación.
Estas zonas protegidas albergan, por lo general, mundos fascinantes. La belleza de los pantanos, los bosques y las reservas hidrológicas ha adquirido una importancia capital en la consecución del balance climático, por ser claves para la biodiversidad y reducción de los gases de efecto invernadero.
La Asociación Alemana de Parques Naturales, que gerencia los parques nacionales –donde la naturaleza es naturaleza y nada más- , los parques naturales–espacios donde la cultura y la naturaleza se funden- y las regiones protegidas, en tiempos de cambio climático, se ha vuelto un actor importante en el desarrollo de la responsabilidad colectiva hacia el futuro.
En el mundo entero hay 2000 parques naturales; en Alemania 14. En 1970 se creó el primero, el del Bosque Bávaro. Al momento de la caída del Muro de Berlín, la antigua República Democrática Alemana carecía de zonas definidas como parques nacionales.
Alrededor del 15% del territorio de la antigua República Democrática Alemana consistía de zonas que habían permanecido vírgenes. Así para 1990, antes de la reunificación, ya se habían definido 5 regiones como parques nacionales.
En las reservas de la biosfera se pone a prueba estrategias para un desarrollo económico sostenible; el sector del turismo está obligado en ellas a desarrollarse de manera sostenible.
Este parque, ubicado en la franja que servía de frontera entre las dos Alemanias, goza de un clima único. Su naturaleza, por haber permanecido aislada y protegida de la mano del hombre por varias décadas, es un hábitat de estructura excepcional.
El Parque Natural de los Lagos de Lauenburg se definió como tal en 1961; sus 47.000 hectáreas albergan 40 lagos e innumerables pantanos. En torno a la ciudad de Mölln –el centro urbano del parque- se encuentra ubicada la industria de la zona: básicamente, turismo.
El fondo del mar se junta con el horizonte, dos veces al día, a lo largo 10.000 kilómetros de costa. Unas 200.000 especies habitan la marisma más grande del planeta.