Clásico y final
10 de abril de 2012El enfrentamiento es, sin duda, el más importante, emocionante y espectacular de la temporada, y quizás el más atractivo de la Bundesliga en muchos años. En juego no solo está el título alemán del presente campeonato, también la confirmación del futuro del fútbol local marcada por una rivalidad entre un club que se ha acostumbrado a ser eterno monarca (Bayern) y otro (Dortmund) que trabaja a largo plazo para derrocarle.
Partido por la ensaladera
Una cosa es clara, y aquí radica la emoción principal del “duelo de gigantes”: el equipo que gane el partido, restando escasamente cuatro jornadas para acabar el torneo alemán, se coronará casi con seguridad como campeón de la Bundesliga.
El Dortmund inicia con ventaja, no solo porque el partido se escenifica en su estadio, con el apoyo de 80.000 fieles seguidores, famosos por el ambiente hostil que con sus cánticos, consignas y coreografías le crean a los rivales, sino también porque en la tabla de clasificaciones superan al Bayern por tres puntos.
Al actual campeón le bastaría un empate para conservar sus aspiraciones a la ensaladera, como se conoce el trofeo en Alemania por su particular forma, y de acuerdo con su momento futbolístico, no es atrevido contar con que esta meta mínima es alcanzable.
La presión en este caso está del lado del Bayern, que llega al estadio de Dortmund como retador a jugarse todas las opciones de alcanzar el título de la Bundesliga. De perder los de Múnich, su desventaja se aumentaría a seis puntos, algo casi imposible de reducir en el ocaso de la temporada, faltando sólo cuatro partidos.
Aún así, la motivación para los jugadores del Bayern es enorme, un triunfo en este duelo directo sería suficiente para igualar en puntos al Dortmund (66), y con ello reconquistar el liderato que perdieron en la vigésima fecha, pues su balance de goles (+50) es mucho mejor que el del rival (+44).
Dos clubes, dos conceptos
La anterior es sólo la situación actual, pero el Dortmund – Bayern encierra mucho más, no en vano Uli Hoeness, presidente del club de Múnich, durante décadas el más importante de Alemania, reconoció públicamente, en diálogo con el canal de televisión Sport1, que: “hemos registrado, y lo encontramos fantástico, que por fin hay en la Bundesliga un club que está en capacidad a largo plazo de enfrentarse con nosotros a nuestro nivel. Muchos clubes lo han intentado en los últimos 20 años y han fracasado en el intento”.
El entrenador del Dortmund, Jurgen Klopp, presentó un resumen aún mejor , al declarar que el partido es el enfrentamiento entre los conceptos de “nosotros somos nosotros (mir sind mir, lema del Bayern en el dialecto bávaro) y nosotros somos fútbol”.
Los defensores del título en Alemania, que han vencido al Bayern en los últimos tres partidos en los que se han enfrentado, vienen trabajando de una manera muy consecuente en adquirir y posicionar su imagen a partir de una muy clara identidad futbolística, caracterizada por la espectacularidad y vistosidad de su juego, ejecutado por figuras jóvenes y talentosas provenientes de la propia cantera o adquiridas en el mercado como promesas que son pulidas en el club.
Con Jürgen Klopp a la cabeza, el fútbol practicado por el Dortmund entusiasma por su velocidad y carácter ofensivo, y en él se aprecia una idea clara y una fidelidad conceptual. Esa es quizás la principal diferencia con el Bayern, cuyo juego es atractivo, pero ante todo está orientado a la exigencia de obtener un resultado.
Los de Múnich, en cuyas filas están las principales estrellas nacionales e internacionales de la Bundesliga, se reinventan conceptualmente de una temporada a la otra, de una plantilla a la siguiente, de un entrenador al próximo, pero la constante se mantiene: el objetivo es acaparar títulos con los mejores exponentes del fútbol.
El clásico alemán
El Dortmund representa, hoy por hoy, una filosofía del fútbol; el Bayern, por su parte, encarna una meta a lograr repetidamente. Desde esta perspectiva el director deportivo del equipo muniqués, Christian Nerlinger, acertó al llamar el partido de este miércoles el “clásico alemán” refiriéndose, y comparándole, con el del balompié español Real Madrid – Barcelona.
Entre los dos equipos de la Bundesliga vale también el símil porque son ellos los que más aficionados llevan al estadio por partido, el Dortmund 80.000 en promedio, Bayern 69.000, con el honor de haber llenado totalmente los estadios en los que ha jugado sus más recientes 180 partidos de la liga.
El partido, para el cual se recibieron casi medio millón de solicitudes para adquirir entradas, será visto en directo en 200 países del mundo, entre ellos también en el del verdadero “clásico”, a lo cual el entrenador Jürgen Klopp dice “cuando nos imaginamos que uno que otro futbolista español estará sentado viendo cómo termina el partido Dortmund – Bayern, no puede dejar uno de pensar que es algo especial”.
Autor: Daniel Martínez
Editora: Rosa Muñoz Lima