Dos cuestionados: Rice en Berlín y Chávez en Caracas
6 de diciembre de 2005
El diario coloniense Kölner Stadt-Anzeiger cuestiona: "Puede este país que condena la tortura sacar provecho de las violaciones ejecutadas en el extranjero? ¿Puede ser que este país utilice, a costas del Estado de Derecho, informaciones logradas ilegalmente que sirven a nuestra seguridad. Es de temer que - tras el velo del secreto - estas preguntas hayan sido respondidas con un si porque Alemania se hubiera tenido que ensuciar un poco los dedos. Y porque se creyó que cualquier medio era válido.
En ese caso, también el nuevo Gobierno tiene un problema. Frank Walter Steinmeier (ministro alemán de Relaciones Exteriores) era en función de Jefe de la Oficina de la cancillería, uno de los hombres mejor informados de la república. Si es que el Gobierno anterior se decidió por la ambivalencia, en este nuevo gabinete está sentada a la mesa en la persona de Steinmeier".
Lo que quieren saber ya lo saben
La Repubblica de Italia interpreta: "Si se traduce del lenguaje diplomático estadounidense las declaraciones de la secretaria de Estado Condoleezza Rice son en realidad un duro ataque a las democracias europeas. 'El transporte de presos y los interrogatorios contribuyeron a salvar vidas humanas en Estados Unidos como en Europa. Así que es innecesario que exijan informaciones que ustedes ya bien conocen', dijo textualmente Rice".
Elecciones parlamentarias en Venezuela
El diario austriaco Die Presse, de Viena recapitula: "Sólo el 25% de los ciudadanos con derecho a voto sufragaron. Aquí cabe la pregunta de cuán legítimo puede ser un parlamento elegido así. La razón oficial para la abstención del 75% es el mal tiempo. Más influencia tuvo el boicoteo de la fragmentada oposición que protestó contra un temido fraude. Cierto es que muchos seguidores de Chávez prefirieron quedarse en casa porque la victoria del partido chapista ya estaba garantizada".
Chavéz: "una mente cada vez más autoritaria"
El periódico El País, de Madrid analiza: "Divididos y carentes de una estrategia coherente, no parece que los dirigentes opositores hayan calibrado afinadamente las consecuencias de su suicidio político. Chávez, una mente caudillista y crecientemente autoritaria, tiene ahora el camino más expedito a una victoria fácil en las presidenciales del año próximo. Y mediante su control absoluto del Parlamento no sólo legislará a placer, sino que le será fácil cambiar la Constitución para acomodarla todavía más a sus intereses y prioridades, comenzando por levantar el veto a un tercer mandato presidencial.
Ningún presidente que tuviera sentido democrático y valorase la cohesión social como un elemento imprescindible para el desarrollo de una nación habría permitido que las cosas llegasen tan lejos en Venezuela. Pero la prudencia no es precisamente una de las virtudes de un Chávez crecido por las posibilidades que otorga la riqueza petrolífera. El ex coronel viene dejando alarmantemente claras sus preferencias por la división y el enfrentamiento como herramientas del poder.
Sólo desde estas desoladoras premisas puede entenderse que se permita calificar de 'lacayos del imperialismo' a las tres cuartas partes de los ciudadanos con derecho a voto que han elegido no comparecer en las urnas. Los resultados de las elecciones representan así un paso atrás en la construcción democrática del país caribeño y abren una etapa todavía más incierta e inquietante en la convivencia de los venezolanos".