Draghi asumirá el timón del Banco Central Europeo
24 de junio de 2011El acuerdo en torno a Draghi, de 63 años, fue posible después de que Francia retirase sus reservas. París exigió que otro italiano, Lorenzo Bini Smaghi, en el directorio del BCE, dejara el puesto. Según fuentes diplomáticas, Bini Smaghi se puso en contacto telefónico con Bruselas esta mañana para ofrecer su retirada del cargo. Con ello, el camino quedó libre para Draghi, único candidato en liza para sustituir, en noviembre próximo, a Jean-Claude Trichet al frente de la poderosa institución con sede en Fráncfort, garante de la estabilidad de precios y de la solidez del euro. A él le corresponderá pues llevar el timón del BCE en medio de la peor tormenta financiera de su historia.
“Súper Mario“
“Súper Mario”, le llaman al futuro jefe del Banco Central Europeo, aunque en nada se parece al personaje del videojuego. Tampoco tiene demasiado parecido con el estereotipo del italiano apasionado y emocional. A Draghi, de 63 años, se le atribuye una aguda capacidad analítica y una disciplina prusiana. En el mundo financiero es considerado un peso pesado, que cuenta con el aprecio tanto de los bancos como de los gobiernos.
En 1984 ocupó el cargo de director ejecutivo del Banco Mundial, pero el gran momento de Draghi llegó en 1992, durante la crisis de la lira italiana. Como secretario de Estado en el Ministerio de Economía y Finanzas italiano, emprendió un gigantesco plan de privatizaciones, que inyectó el equivalente a unos 60.000 millones de euros a las abolladas cajas fiscales.
Lastre griego
En 2002 se dedicó a la empresa privada y, en su calidad de vicepresidente del banco de inversiones Goldman Sachs, en Londres, fue responsable del área de transacciones entre Estados. En ese entonces, Goldman Sachs también hizo negocios con Atenas, supuestamente dirigidos a disimular el desolado estado en que ya se encontraban por aquel tiempo las finanzas griegas antes de la entrada del país a la eurozona. Draghi ha afirmado reiteradamente que no tuvo relación alguna con esos negocios. Antes de convertirse, en 2006, en jefe del banco central italiano, vendió de todos modos sus acciones en Goldman Sachs.
En el mundo financiero italiano, Draghi - es temido por su línea dura. Y, a pesar de que algunos detractores le reprochan provenir de uno de los países más endeudados de Europa, no tiene pelos en la lengua, ni siquiera a la hora de referirse a los problemas de Italia. Eso es algo que también valoran los otros gobiernos europeos.
Autor: Jan-Christoph Kitzler/ERS/dpa
Editora: Eva Usi