Duterte baja el tono y lamenta haber insultado a Obama
6 de septiembre de 2016Por medio de un comunicado publicado este martes (06.09.2016), el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, bajó el tono tras su exabrupto del lunes y manifestó su pesar por haber dicho que su colega estadounidense Barack Obama era un “hijo de puta”. Ambos jefes de Estado tenían agendada una reunión en el marco de la cumbre del ASEAN, en Laos, pero tras el incidente, Obama decidió cancelar el encuentro.
“Si bien la causa inmediata (del problema) fueron mis fuertes comentarios a ciertas preguntas de la prensa, lamentamos que se presentara como un ataque personal contra el presidente de Estados Unidos”, se puede leer en el documento emitido por la oficina de prensa de Duterte, donde también se manifiesta la esperanza de que la reunión entre ambos dirigentes tenga lugar “en una fecha posterior”.
“Nuestra intención primaria es trazar una política exterior independiente y, al mismo tiempo, promover relaciones más estrechas con todas las naciones, especialmente con Estados Unidos, que ha sido nuestro socio desde hace mucho tiempo”, agrega el comunicado. “Esperamos limar las diferencias que surjan de las percepciones de las prioridades nacionales y trabajar de forma responsable de parte de ambos países”, termina el texto.
“No somos colonia”
La polémica se suscitó por las críticas que hizo Obama a la aguerra antidrogas lanzada por el mandatario filipino, que ha causado más de 2.400 muertos, muchos de ellos ejecutados sin juicio. Molesto por ello, Duterte dijo a Obama que debía ser respetuoso. “No me hagas preguntas (sobre ese tema). Hijo de puta, le insultaré en ese foro”, lanzó Duterte. “Nosotros ya no somos colonia de EE. UU. ¿Quién es este hombre? Mi único dueño es el pueblo filipino”, agregó.
El jefe de Estado, que se ha ganado una fama de boca suelta tras haber insultado al Papa y a Ban Ki-moon, ahora se ve forzado a echar pie atrás, luego de que Obama suspendiera la reunión que tenían pactada. La ofensiva filipina para rebajar las tensiones contó con el respaldo del secretario ejecutivo de la Presidencia de Filipinas, Salvador Medialdea, quien dijo que “el presidente Duterte simplemente quería decir que tenemos nuestro propio territorio, así que déjennos lidiar con nuestros problemas a nuestra manera”.
DZC (EFE, AP, AFP)