España y la lucha contra la desertificación y la sequía
17 de junio de 2022Con los termómetros superando los 40 grados, Madrid se convirtió este viernes (17.06.2022) en la sede del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. La inusual ola de calor, que azota desde hace días a la capital española, fue uno de los temas con los que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, inauguró el evento. Promovida por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), la celebración de este año se centra en la resiliencia a la sequía, una circunstancia que el país ibérico conoce de buena mano.
Desde hace décadas, España convive con las sequías y sus consecuencias, lo que le ha llevado a integrar la sequía en la planificación hidrológica y en la gestión de los recursos hídricos, así como planes especiales de sequía, que indican cuándo y cómo actuar en cada fase.
Asimismo, España es también uno de los países de Europa más vulnerables a la desertificación, con casi tres cuartas partes del territorio con tierras secas susceptibles de ser afectadas por este fenómeno, de las cuales un 20 por ciento se consideran ya degradadas. Entre las causas de esta degradación se encuentran el cambio climático, que incrementa la frecuencia e intensidad de las sequías, la presión del uso de los suelos y el agua, así como el abandono de espacios agrícolas y forestales.
Por este motivo, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, recordó que hay que evitar la degradación de las tierras mediante una gestión sostenible del suelo y del agua, y restaurar las tierras ya degradadas. "Encaramos escenarios climáticos y de desarrollo socioeconómico que nos exigen trabajar anticipadamente. Es hora de que la desertificación gane el espacio público que merece, en términos de conocimiento, de preparación y de compromisos”, apuntó.
Una de las herramientas para mitigar los efectos que ocasiona la degradación del suelo y llevar a cabo una gestión sostenible de la tierra es la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación. Actualmente en fase de finalización, la estrategia prevé crear un Atlas de la Desertificación que permitirá actualizar las herramientas para el análisis de riesgo y la toma de decisiones en la lucha contra la desertificación, un Plan de Restauración de Terrenos Afectados por la Desertificación que debe coordinarse con las estrategias de restauración ya existentes a nivel nacional y europeo, así como una ley nacional de conservación y uso sostenible de los suelos, que esté alineada con la Estrategia de la Unión Europea (UE) para la Protección del Suelo para 2030.
Implicando a la ciudadanía
Creado hace un año, el Observatorio Ciudadano de la Sequía fue una de las iniciativas presentadas en el marco del evento. Este proyecto pretende mejorar el conocimiento del riesgo de sequía y de la escasez hídrica en España, así como de las posibles soluciones a ello, a través de proyectos de ciencia ciudadana.
"Se dedica no tanto a la parte meteorológica, que ya hay otros observatorios que hacen seguimiento real, sino a la componente social, que es cómo percibimos la sequía y la escasez de agua, cómo nos enfrentamos a ella, y eso explica al final por qué tomamos unas decisiones u otras", explica a DW Pilar Paneque, responsable del Observatorio.
Así, durante estos primeros meses de actividad, se ha llevado a cabo un índice de vulnerabilidad de la sequía. "Lo hemos podido completar en las cuatro demarcaciones del sur peninsular: el Guadalquivir, Guadalete-Bardate, Tinto, Odiel y Piedras, y las cuencas mediterráneas andaluzas, que, con diferencia, resultan las más estresadas de la península y nos sirven como un buen laboratorio para empezar este proceso", argumenta Paneque. Y recuerda que la región andaluza actualmente se encuentra en 'sequía extrema'.
No obstante, la idea es que aunque "sobre ese territorio se ha construido el geovisor web, se irá ampliando al resto". Asimismo, próximamente se llevará a cabo un jurado ciudadano en el que participarán personas de lugares "dónde hay mayor estrés hídrico, como, por ejemplo, El Olivar, en Andalucía, con riego intensivo", con las que se pretende elaborar recomendaciones para presentarlas a las instituciones políticas.
La responsable del Observatorio Ciudadano de la Sequía recordó que "el 80 por ciento del consumo del agua en España se destina al regadío". Por este motivo, la colaboración con los agricultores es clave. Un ejemplo de ello es un proyecto de investigación europeo, que se ha llevado a cabo en un acuífero en Medina del Campo (Castilla León), y que muestra "cómo la ciencia se puede llevar a la acción", apuntó Elena López Gunn, científica implicada en la investigación.
"El proyecto empezó en 2018, ya terminó y ahora hay un proyecto LIFE que empezó en 2019 y que está justo llevando el proceso de implementación", detalló López a DW. Así, en primer lugar, se llevó a cabo un trabajo con los agricultores de la zona, que definieron sus problemáticas y preocupaciones (escasez de agua, sequía, y problemas sociales), y posteriormente un diagnóstico de medidas enfocadas a la gestión del suelo (cambiar las prácticas agrarias) y cambio de cultivos. Todas ellas se simularon con un equipo de científicos y actualmente se están implementando.
"La semana pasada estuvimos en el campo instalando sensores en el suelo: cómo hacer una gestión del agua en sus propios terrenos. Aunque no se puede impedir la sequía, se puede mitigar los impactos", aseguró López, recalcando que el objetivo es que "el agricultor pueda estar empoderado".
Según Miriam Medel, Jefe de Relaciones Exteriores, Políticas y Promoción Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) este es uno de los puntos fuertes del país ibérico. "Involucran a todos los sectores de la población", destacó a DW, apuntando que ello también debería aplicarse en la región latinoamericana, para "darle más visibilidad e integrarlo como una estrategia completa".
Igualmente, apuntó a "los muchos buenos ejemplos a nivel de legislación", que también se podrían replicar teniendo en cuenta que "la región tiene que buscar lo que más le conviene". No obstante, también destacó la iniciativa 20x20, que se está llevando a cabo en América Latina y que pretende recuperar 8,5 millones de hectáreas de tierras degradadas en México y un millón de hectáreas en Chile para 2030.
(rml)