¿Dónde caerá la "Progress M-27M"?
6 de mayo de 2015Más de siete toneladas pesa la nave de carga rusa “Progress M-27M”, que se encuentra fuera de control y caerá indefectiblemente. La buena noticia es que probablemente no provocará daños, ya que en su mayor parte se desintegrará al entrar de nuevo en la atmósfera. La no tan buena, es que resulta imposible determinar con precisión dónde y cuando retornará a la Tierra.
Según la agencia espacial rusa Roscosmos, la nave de carga, que llevaba 2,4 toneladas de provisiones a la Estación Espacial Internacional (ISS), atravesará la atmósfera terrestre entre el jueves y el viernes 8 de mayo. Los expertos rusos estiman que caerá en el océano Pacífico, al este de Nueva Zelanda. Un día antes, el Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD), predijo una caída en aguas del Océano Pacífico el viernes (8.5.2015), cerca de las costas de Estados Unidos.
Un colaborador de Roscosmos, citado bajo condición de anonimato por la agencia de noticias rusa Interfax, señaló sin embargo que aún no se puede precisar si caerán restos sobre regiones habitadas, ya que la "Progress M-27M" gira sobre su propio eje y podría cambiar de rumbo. Pero, desde luego, se observa con atención la trayectoria, que también se puede seguir aquí vía Internet.
Riesgo ínfimo
En lo que todos concuerdan es en que la caída no representa una mayor amenaza para los seres humanos. Holger Krag, de la Agencia Espacial Europea (ESA), explicó recientemente que, si bien la nave se desintegrará, algunas piezas “de titanio o de acero inoxidable no se fundirán y caerán a la Tierra”. Enfatizó que “el riesgo para la población no es igual a cero, pero sí muy pequeño”.
La nave había sido lanzada a fines de abril desde el centro espacial de Baikonur, en Kazajstán, pero no logró alcanzar la órbita correcta. Los esfuerzos por recuperar el control sobre ella desde los centros de comando resultaron infructuosos, de modo que prácticamente desde un comienzo quedó claro que no alcanzaría su objetivo y se precipitaría a tierra.
“No es un meteorito”
Aunque la nave es maciza, resulta “improbable” que lleguen a la superficie terrestre trozos de más de un metro, según el experto europeo. “Esos fragmentos caerán desde una altura de 50 kilómetros, a una velocidad cercana a los 300 kilómetros por hora; pero no hay que imaginárselos como si fueran meteoritos”, subrayó Krag, explicando que no dejarán cráteres.
El experto de la ESA hizo hincapié en que hasta ahora no se tiene noticia de que alguna persona haya resultado herida, pese a que cada año cae a la Tierra basura espacial en forma incontrolada. Por ejemplo, en enero de 2012 fueron a dar al Pacífico los restos de la sonda espacial rusa ”Phobos-Grunt”. En septiembre de 2011 se precipitaron a ese océano fragmentos del satélite estadounidense “UARS” y en agosto de ese mismo año cayeron restos del carguero ruso “Progress 12 M-12”. Lo peculiar fue que esa vez los residuos no fueron a parar al mar, sino al macizo Altai, en Rusia.
ERS (dpa, efe) / ERC