Edward Snowden: entre asilo y amnistía
31 de julio de 2014Debido a las tensas relaciones entre Rusia y Estados Unidos, el “caso Sowden” seguramente no figura en el primer lugar de la agenda de Barack Obama. Tanto la extradición a EE. UU. como el regreso voluntario del exmiembro del servicio de inteligencia NSA parecen poco probables.
“Nunca digo nunca, pero me parece extremadamente improbable que Snowden regrese a EE. UU.”, dice el experto en servicios secretos Ken Gude, del Centro de Progreso Americano, en entrevista con DW. Por su parte, el diputado republicano Charlie Dent duda que el gobierno estadounidense entable negociaciones serias con él.
Negociaciones con el gobierno de Obama
Gude lo contradice y afirma que, a principios de año, el gobierno de Obama sustuvo conversaciones serias con representantes de Edward Sowden. Incluso la NSA habría mostrado interés en negociar con él, sobre todo porque, hasta la fecha, el servicio de inteligencia aún desconoce cuántos documentos se ha llevado su excontratista, señala el experto.
Hace pocas semanas, Snowden había solicitado una extensión de su asilo en Rusia, puesto que este 31 de julio vence su permiso de permanencia en ese país. Lo más probable es que la solicitud sea aprobada.
Republicanos exigen más presión de Obama
El diputado estadounidense Charlie Dent exige que el presidente Barack Obama ejerza más presión sobre Rusia: “Edward Snowden debería ser extraditado a EE. UU. Sus revelaciones han humillado al país, sobre todo en Alemania. Además, Snowden ha revelado muchas informaciones sobre nuestra capacidad militar, poniendo en peligro a muchos de nuestros soldados en todo el mundo”.
El exanalista solo está dispuesto a regresar a Estados Unidos bajo la condición de que se le conceda amnistía. Sin embargo, actualmente, a Obama no solo le falta voluntad política para ello. Ante su debilidad política, tanto en el interior como en el exterior, probablemente no sobreviviría una decisión de esta envergadura. Además, existen obstáculos jurídicos.
Según Gude, la decisión sobre si perseguir a Snowden judicialmente o no, le compete al ministro de Justicia de EE. UU. También el presidente del país jugaría un papel importante. No obstante, le desventaja de un arreglo de este tipo para Snowden es que no tendría ningún carácter vinculante para los futuros gobiernos, explica el experto. La única manera de impedir que esta decisión sea revocada en el futuro es que el presidente lo indulte, añade.