La economía de EE. UU. sigue sufriendo por la pandemia
29 de septiembre de 2022Si extraterrestres visitaran los Estados Unidos y otras partes de la tierra, no se les podría culpar si, a primera vista, no entendiesen que seguimos viviendo en una pandemia mundial.
En los EE.UU., las medidas obligatorias, como llevar mascarilla, el distanciamiento social y otras precauciones de seguridad que caracterizaron a los primeros años de la pandemia de COVID-19 han desaparecido casi por completo. De hecho, en una entrevista emitida el pasado 18 de septiembre, Joe Biden declaró que "la pandemia ha terminado". Aunque aclaró que "todavía tenemos un problema con el covid. Todavía estamos trabajando mucho en ello".
El COVID-19 sigue siendo una amenaza para la salud pública
Mientras tanto, para el creciente número de personas que sobreviven a una infección, los efectos devastadores del covid persistente o prolongado son cada vez más evidentes. El covid de larga duración es un diagnóstico global para las afecciones crónicas que muchas personas desarrollan tras la infección aguda. Las secuelas pueden ser leves, pero otras son muy graves, y van desde la diabetes y las úlceras, hasta la niebla mental y la fibrosis pulmonar.
Las enfermedades provocadas por el coronavirus también han tenido un dramático impacto económico en EE.UU., que podría empeorar a medida que persisten las infecciones. Según un estudio reciente, medio millón de personas quedaron fuera de la población activa de EE.UU. debido al COVID-19, incluyendo el persistente.
Los trabajadores y los salarios se resienten
Uno de los autores del estudio, el economista de la Universidad de Stanford Gopi Shah Goda, declaró a The Wall Street Journal que "si las tasas de infección continúan en su nivel actual, esperamos que esa pérdida de 500.000 personas se mantenga hasta que la exposición se reduzca o la gravedad disminuya".
Otros millones de personas, aunque no han abandonado por completo la población activa, se han visto obligadas a dejar de trabajar debido a la larga duración del covid. "Están tan enfermos que no pueden trabajar. Hay abogados que no pueden ejercer. Hay actores que no pueden actuar. Hay bailarines que no pueden bailar. Hay profesores que ya no pueden enseñar", explicó Wilder.
Sin luz al final del tunel
A medida que las empresas de todo EE. UU. experimentan escasez de mano de obra, un nuevo estudio del Instituto Brookings descubrió que el COVID-19, y en concreto el covid prolongado, puede ser un factor importante. Según el informe, entre dos y cuatro millones de personas están sin trabajo debido a la enfermedad de larga duración, con una pérdida de salarios que asciende a 230.000 millones de dólares al año.
Esa cifra no incluye la pérdida de productividad de los que siguen trabajando a pesar de estar enfermos, ni los costos de atención sanitaria de los pacientes con covid prolongado, ni la pérdida de productividad de sus cuidadores.
Según la autora del estudio, Katie Bach, "estas repercusiones se agravarán con el tiempo si Estados Unidos no adopta las medidas políticas necesarias". Entre ellas se encuentran la mejora de las opciones de prevención y tratamiento, la mejora de la recopilación de datos, la extensión de las bajas por enfermedad pagadas y la ampliación del acceso al seguro de discapacidad.
"Hay un 'efecto de goteo'. Si no tienes una fuente de ingresos, ¿cómo pagas el alquiler? ¿Cómo pagas la comida? ¿Cómo pagas el transporte?", dijo Wilder. "Estamos creando una situación en la que van a haber personas que experimentan inseguridad alimentaria, falta de vivienda, y la falta de capacidad para obtener cualquier tipo de servicios médicos o sociales", añadió.
(ies/cp)