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Cerca del castillo de Wartburg se sitúa la pequeña ciudad de Eisenach. Ya desde la Edad Media su importancia trascendía las fronteras de la región. Desde aquí gobernaban los landgraves de Turingia, que tenían su residencia oficial en el castillo de Wartburg. Martín Lutero buscó refugio tras sus muros y durante su estancia tradujo el Nuevo Testamento al alemán.
En la casa de Lutero en Eisenach una exposición describe la infancia y juventud del reformador. Johann Sebastian Bach es otro hijo célebre de la ciudad. Fue el compositor que revolucionó el mundo de la música. Menos conocida es la tradición automovilística. Ya en 1898 la fábrica de Eisenach producía autos con el nombre "Wartburg".