1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

El gran gesto de Willy Brandt en Varsovia

Peter Hille | Rosalia Romaniec | Ralf Bosen
7 de diciembre de 2020

El 7 de diciembre de 1970, el entonces canciller alemán se arrodilló en el monumento a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. El gesto allanó el camino para la reconciliación, pero es hoy criticado en Polonia.

https://p.dw.com/p/3mKjI
Willy Brandt se arrodilla ante el Monumento a los Héroes del Gueto de Varsovia
El canciller alemán Willy Brandt se arrodilla ante el Monumento a los Héroes del Gueto de Varsovia el 7 de diciembre de 1970.Imagen: Imago/Sven Simon

La genuflexión del canciller Willy Brandt solo duró 30 segundos, pero ese medio minuto fue histórico. En diciembre de 1970, fue el primer jefe de gobierno de la República Federal de Alemania (RFA) en pisar suelo polaco. Solo habían pasado 25 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la ocupación de Polonia, los asesinatos de los nazis.

El socialdemócrata había llegado a Varsovia para intentar un nuevo comienzo en las relaciones con Polonia. En la mañana del 7 de diciembre, depositó una corona de flores en el Memorial del Levantamiento del Gueto de Varsovia en honor a los judíos que, confinados allí, lucharon con desesperado coraje contra sus verdugos alemanes y por su propia dignidad.

Brandt arregló el lazo de la cinta negra, roja y amarilla de la corona, retrocedió unos pasos y esperó. Y de repente cayó de rodillas, con la cabeza inclinada, sobre el frío y húmedo granito. Los fotógrafos se pusieron en acción, ya anticipando que esa imagen conquistaría el mundo.

"Cuando las palabras fallan"

"Desde el fondo del abismo de la historia alemana y bajo el peso de millones de muertos, hice lo que los seres humanos hacen cuando las palabras fallan", explicaría más tarde en sus memorias.

El lanzamiento del sello es parte de las celebraciones del 50 aniversario de la genuflexión de Varsovia en Alemania.
El lanzamiento del sello es parte de las celebraciones del 50 aniversario de la genuflexión de Varsovia en Alemania.Imagen: www.bundesfinanzministerium.de

Brandt se arrodilló como un penitente, evocando motivos del cristianismo. Había rezado para que los alemanes fueran perdonados. Así que él, que siempre se había opuesto a los nazis, quería pedir perdón para su pueblo. ¿El gesto estaba planeado? "No, no lo estaba", escribió. "Mis colaboradores cercanos no se sorprendieron menos que los reporteros que me rodeaban".

El gobierno polaco también se sorprendió por el gesto de Brandt, dice Krzysztof Ruchniewicz, Profesor de Historia de la Universidad Wrocław. "Hasta entonces, se hablaba de los 'malos alemanes'. Fueron retratados como revanchistas y belicistas", dice Ruchniewicz. "Y de repente un canciller alemán se arrodilla, mostrando su disposición a la expiación." Los gobernantes habían interpretado el gesto correctamente, como un paso hacia la reconciliación. "Pero la propaganda del partido no tomó este gesto como una oportunidad para cambiar la imagen negativa de Alemania."

A Ruchniewicz le resulta difícil decir cómo reaccionó la población en ese momento, entre otras cosas porque "muchos polacos probablemente ni siquiera se enteraron". La foto de Willy Brandt de rodillas no fue publicada en los periódicos polacos: la política de reconciliación del líder solo mostraría su efecto a largo plazo.

Tratado de Varsovia

En Alemania, la genuflexión significó la ruptura de un tabú, dice la historiadora Kristina Meyer, de la Fundación Willy Brandt, pero "también se podría decir que marcó un cambio fundamental en relación con la sociedad alemana y el manejo del pasado nacional-socialista".

La mayoría de los alemanes no parecían inclinados a pedir perdón por los crímenes de la era nazi. Según las encuestas de opinión de la época, la mitad de la población rechazó el gesto de Brandt, considerándolo exagerado.

Mientras Willy Brandt se arrodillaba ante el monumento, los gobernantes comunistas ya lo esperaban en el palacio presidencial. Durante esa visita al estado vecino, también firmó el Tratado de Varsovia, en el que aceptó la pérdida de los territorios alemanes en el este, asignados a Polonia después de la guerra.

Alemania lanzó una moneda de 2 euros para celebrar el gesto histórico de Brandt.
Alemania lanzó una moneda de 2 euros para celebrar el gesto histórico de Brandt.Imagen: BVA/Künstler: Bodo Broschat, Berlin/Foto: Hans-Jürgen Fuchs, Stuttgart

En la capital de entonces, Bonn, la oposición conservadora alemana, formada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), rechazó la concesión. Los extremistas de derecha en su propio país incluso tildaron a Brandt de "traidor al pueblo".

En retrospectiva, muchos historiadores coinciden en que la política de acercamiento de Brandt fue un paso hacia la reunificación alemana en 1990. "Con el reconocimiento de facto de la Línea Oder-Neisse (frontera), se creó una base común de entendimiento político", explica Mayer. "Y en ese sentido, la política de Brandt hacia el Este fue un hito en el difícil camino del acercamiento Este-Oeste durante la Guerra Fría."

Este fue el punto de partida de una dinámica que, solo después de las revoluciones pacíficas de Polonia y la República Democrática Alemana (RDA) comunista, pudo conducir a una verdadera "asociación entre Alemania y Polonia en una Europa unida".

Las sombras han vuelto

Eso era lo que se pensaba a ambos lados de la frontera hasta hace unos años. Sin embargo, en 2020, después de seis años de gobierno nacional conservador del Partido de la Ley y la Justicia (PiS) en Polonia, cambió la interpretación de Varsovia de la asociación y también de la genuflexión.

Desde entonces, cuando se trata de las relaciones con Berlín, palabras como desconfianza, extrañeza y parálisis han dominado el debate político polaco. También son a menudo las sombras del pasado las que oscurecen la relación de vecindad. Recientemente hubo un acalorado debate sobre un monumento en Berlín por los crímenes alemanes en Polonia.

El monumento en la plaza Willy Brandt de Varsovia recuerda el gesto histórico.
El monumento en la plaza Willy Brandt de Varsovia recuerda el gesto histórico. Imagen: Jürgen Raible/akg-images/picture alliance

"Desde el punto de vista de los últimos años, solo puedo ver la genuflexión como un gesto vacío"; comenta a DW el político del PiS Arkadiusz Mularczyk. "No había nada detrás de esto. ¿Qué clase de excusa por los crímenes puede ser si no hay compensación para Polonia después?"

Gesto que todavía conmueve

El historiador polaco Ruchniewicz critica la postura oficial de su país: "Observar hoy las relaciones entre Alemania y Polonia me hace pensar en el año 1970. Por supuesto que fue otra época, hoy las fronteras son seguras, somos parte de la Unión Europea, Polonia y Alemania han firmado muchos acuerdos. Pero el elemento simbólico del gesto de reconciliación de Brandt aún no se ha  internalizado".

En Alemania se emitió una moneda de 2 euros para conmemorar el 50 aniversario de la genuflexión de Varsovia, se lanzó un sello conmemorativo, se prevén simposios y discursos. Historiadores como Ruchniewicz también discutirán el Tratado de Varsovia y sus consecuencias. Por el lado polaco no hay nada planeado, dice Ruchniewicz .

En la plaza Willy Brandt de Varsovia, a solo 200 metros del sitio histórico, un monumento recuerda el gesto del 7 de diciembre de 1970. La placa de bronce ya está oscurecida por la pátina, pero el rostro de Brandt brilla, como si estuviera recién pulido. Los visitantes que vienen aquí parecen tener la necesidad de tocar al canciller postrado de rodillas.

(gg/er)