Acuerdo UE-Mercosur, en la cuerda floja por Bolsonaro
1 de octubre de 2020El gobierno brasileño ha sido criticado internacionalmente por no actuar frente a los incendios forestales en la Amazonía, el mayor bosque tropical del mundo, y los más recientes, en el Pantanal, el principal humedal del planeta. Francia y Austria, que tuvieron un papel decisivo en la formulación del acuerdo, son ahora, junto con Alemania y Países Bajos, reticentes a ratificarlo. Temen que la apertura del mercado europeo para productos agrícolas del Mercosur aumente la deforestación de la Amazonía.
Brasil se comprometió a reducir el 37% de sus emisiones de carbono para el 2025 y el 43% para el 2030. Las políticas antiambientales y de deforestación ponen en peligro estos objetivos, que suponen graves daños medioambientales con consecuencias para el cambio climático, que los objetivos de París buscan detener.
Se trata del primer acuerdo de dos grandes bloques, cuyas negociaciones culminaron en junio de 2019, después de un proceso de más de veinte años. Actualmente se encuentra en un proceso de verificación jurídica y linguística, y será presentado para su aprobación ante los parlamentos de los 27 miembros de la Unión Europea y los 4 del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Se prevé que sería presentado ante el Parlamento Europeo en 2021.
Mayor acuerdo birregional de la historia
Si es ratificado, daría paso al mayor acuerdo birregional de la historia, con la integración de un mercado de 800 millones de habitantes, casi una cuarta parte del PBI mundial, y más de 100.000 millones de dólares de comercio bilateral en bienes y servicios. El acuerdo contempla la mayor reducción arancelaria de casi el 90 por ciento del comercio bilateral.
Sin embargo hay numerosos escollos en las discusiones en ambos lados del Atlántico, "que tienen lugar en medio de expansión geoestratégica de China y el proteccionismo estadounidense”, dijo Susanne Stollreiter, al presentar un panel de discusión virtual entre expertos latinoamericanos y europeos convocado por la Fundación Friedrich Ebert.
"Este acuerdo no tiene ningún sentido hoy por hoy, teniendo en cuenta las políticas medioambientales de Bolsonaro. Necesitamos un mercado regulado”, criticó la parlamentaria socialdemócrata alemana Yasmin Fahimi durante el debate. "No quiero cuestionar la existencia de todo el acuerdo que llevamos 20 años negociando, pero necesitamos disposiciones de sostenibilidad claras, e independientes al color político del gobierno de un país. Entonces, la aceptación del público sería mayor”, dijo, aludiendo al rechazo de numerosas organizaciones en Alemania.
Los agronegocios, responsables de la deforestación
La industria extractiva, los monocultivos y el uso de pesticidas en grandes extensiones son la principal causa de la creciente deforestación de gigantescos territorios que se han transformado en desiertos verdes.
"La deforestación que tenemos en Brasil ha sido provocada por la expansión de la agricultura y de la producción agropecuaria, particularmente por la producción de carne bovina y de soya", explicó la investigadora Fernanda Cristina de Oliveira Franco, de la Universidad de Sao Paulo.
La investigadora señaló que las exportaciones de Brasil se han reprimarizado, y tanto los productos primarios como las materias primas ocupan la mayor parte de las exportaciones del gigante sudamericano hacia China y la Unión Europea, sus principales socios comerciales. "Pero a diferencia del bloque europeo, China no pone condiciones de sustentabilidad. Aún así la Unión Europea es destino de un 35% de las exportaciones brasileñas", destacó.
Con reprimarización se alude a la pérdida de importancia del sector manufacturero, un proceso que se observa en toda América Latina en las últimas décadas, y se refiere a la importancia que han recuperado los sectores primarios, materias primas, productos básicos, y bienes intermedios poco elaborados, como la industria maquiladora.
"Desiertos" de soya en vez de selva tropical
La soya es el principal producto de exportación del gigante sudamericano, seguido de café, carnes y productos procesados. Pese a que los agronegocios y los monocultivos, los mayores consumidores de agrotóxicos y pesticidas, son los que participan mayoritariamente en el comercio exterior, la agricultura familiar es la base de la economía del 90% de los municipios brasileños de hasta 20.000 habitantes, explicó De Oliveira Franco.
La académica relató un viaje al estado de Goiás, en el interior de Brasil. Describió que durante cuatro horas vio un paisaje monótono: primero sólo maíz, luego sólo soya. "No vi un sólo pájaro, una mariposa, nada". Se estima que entre los países del Mercosur hay un "desierto verde" equiparable a 50 millones de hectáreas de soya transgénica.
"Se trata de un modelo que busca la maximización de la producción con el uso de semillas modificadas y pesticidas. Si queremos un futuro sostenible para el planeta, para las futuras generaciones no es posible seguir produciendo alimentos bajo este modelo", aseguró la investigadora.
Modelo de acuerdo neocolonial
"Se trata de un acuerdo en esencia neocolonial, en donde los países del Mercosur se especializa en productos primarios, agronegocios, extractivos, y semifacturados, de bajo valor agregado. Por otra parte, abre a la Unión Europea, las áreas industriales de más alto valor agregado, el sector servicios, y compras públicas, y se da garantía a los inversionistas europeos", advirtió, por su parte, Adhemar Mineiro, asesor de la Red Brasilera por la Integración de los Pueblos (REBRIP)
Según el experto este modelo impone como consecuencia un límite a las posibilidades futuras de desarrollo de los países de Mercosur. "Favorece únicamente a las élites exportadoras de los países miembros del bloque, y un modelo de concentración y de exclusión social que funciona con mano de obra menos calificada. Por lo tanto es un modelo en el que la educación tiene poca importancia. Esto, a su vez, provocará una mayor informalidad".
Flexibilidad laboral y precarización del empleo
La flexibilidad laboral que comenzó con la llegada a Brasil de Michel Temer, y continúa durante la Administración de Bolsonaro, se profundizará aún más con la entrada en vigor del acuerdo, que considera estratégica la reducción de costos laborales, según Mineiro.
El experto destaca que hay una gran presión sobre el sector industrial para reducir los costos de producción. "El objetivo es captar inversiones europeas en sectores energéticos para la construcción de centrales hidroeléctricas de fuerte impacto medioambiental”.
Según el asesor de la Red Brasilera por la Integración de los Pueblos, los europeos se beneficiarán de esta dinámica en el corto plazo, pero en el mediano y largo plazo la ganadora será China. Esto, según Mineiro, se debe a que China es un país especializado en la producción de productos baratos. Si cae el ingreso de la población de los países del Mercosur, la consecuencia será un incremento de las relaciones comerciales con China, y no una disminución.
(cp)