El Bayern, Catar y el Mundial de Clubes: una relación tóxica
11 de febrero de 2021Para la mayoría de los hinchas, la Copa Mundial de Clubes es irrelevante. Los clubes europeos cuentan con presupuestos mucho mayores que sus contrapartes asiáticas, africanas o sudamericanas, lo cual plantea una competición bastante predecible. Si el Bayern Múnich derrota al Tigres mexicano este jueves (11.02.2021), un representante europeo habrá triunfado en 13 de los últimos 14 torneos.
Para Gianni Infantino, sin embargo, eso no es irrelevante. El presidente de la FIFA confirmó que el torneo se ampliará a 24 equipos a partir de 2022, cuando tendrá lugar en China. Lo anunció como "la mejor competición de clubes del mundo”, en un desafío abierto a la Liga de Campeones de la UEFA.
Nada lo detiene, ni siquiera una pandemia global. Al preguntársele si esta edición del torneo en Catar debería llevarse a cabo en tiempos en que en muchas partes del mundo hay cierres de la vida pública debido a la pandemia de COVID-19, Infantino refutó instantáneamente: "Ciertamente, no permitiremos que haya riesgos para la salud de nadie mientras jugamos al fútbol”.
Sin embargo, algunos en Catar no están de acuerdo con eso.
Continúan escandalosos abusos en Catar
Miles de trabajadores migrantes provenientes de Nepal, India, Bangladés y otros países asiáticos y africanos han sido reclutados para construir los estadios y toda la infraestructura para la Copa Mundial de Fútbol 2022, cuyos derechos Catar obtuvo en circunstancias controvertidas en 2010.
Viven y trabajan en condiciones miserables y llevan a cabo labores pesadas y peligrosas bajo el calor extremo del desierto, lo que provoca a menudo una gran cantidad de muertes, muchas de las cuales quedan sin ser esclarecidas de manera oficial.
"Catar no ha publicado ninguna estadística sobre el número de trabajadores muertos desde 2012 ", dice a DW Nicholas McGeehan, director de la organización de derechos humanos Fair Square Projects, con sede en Londres. "El problema real no es solo el número de trabajadores muertos, que es alto de todos modos, sino la tasa de muertes inexplicables, que abarca aproximadamente un 75% de todos los fallecimientos.
"Los certificados de defunción de Catar generalmente definen la causa de muerte como 'causas naturales' o 'paro cardíaco', que no son causas de muerte. Y si una muerte no tiene explicación, no hay compensación ni respuesta para las familias, así como tampoco una autopsia ni una investigación. No publican las estadísticas porque saben lo que estas reflejan."
A pesar de las condiciones de los trabajadores en Catar, que Human Rights Watch ha calificado de "inhumanas", la FIFA rara vez hace declaraciones sobre el tema. En 2016, sin embargo, el organismo rector del fútbol dijo que no tiene responsabilidad por "problemas sociales más amplios" en un país anfitrión, y que el torneo puede ser un "catalizador para el cambio" en Catar.
El único cambio positivo visto en una década fue la decisión de agosto de 2020 de abolir el sistema explotador de patrocinio 'kafala', según el cual los trabajadores tenían que entregar sus pasaportes, lo que les impedía cambiar de trabajo o salir del país sin el permiso de su empleador.
También hubo un aumento en el salario mínimo. Sin embargo, los críticos dicen que los cambios no llegan a donde deberían, y que muchos trabajadores todavía trabajan por tan solo 1 euro la hora, si es que se les paga. Estas suaves reformas han llegado demasiado tarde para los muchos que ya han muerto.
Negocios en Catar para el Bayern Múnich
Pero, después de todo, no es que en Catar haya poco dinero. Este rico país petrolero tiene uno de los Productos Internos Brutos per cápita más altos del mundo, y está clasificado por las Naciones Unidas como un país de "muy alto” desarrollo humano.
El Estado de Catar ha usado su inmenso poder económico para comprar el fútbol europeo y mundial a gran escala, un proceso que a menudo se describe como "lavado deportivo", un intento de lavar la imagen de un país y distraer de ese modo la atención pública de los problemas.
En 2011, Qatar Sports Investments (QSI), una subsidiaria del fondo soberano de Catar, adquirió el control mayoritario del equipo francés Paris Saint-Germain, pero también tiene vínculos bien establecidos con el Bayern de Múnich, para quien los acuerdos comerciales representan más del 50% de sus ingresos.
Los gigantes alemanes han realizado campamentos de entrenamiento de invierno anuales en Catar desde 2011 (excepto en 2020 debido al coronavirus) y tienen acuerdos de patrocinio con la aerolínea estatal Qatar Airways desde 2017. El club también está vinculado a Catar a través de Audi, filial de Volkswagen, que tiene un participación del 8,33% en el club. Catar posee el 14,6% de las acciones de Volkswagen.
El Bayern rompe por fin el silencio
Cuando se le preguntó sobre su relación con Catar, el Bayern se mostró reticente.
El 5 de febrero de 2020, el director de Fair Square Projects, McGeehan, firmó una carta dirigida al director del club, Karl-Heinz Rummenigge, solicitando al Bayern hablar sobre los derechos de los trabajadores en Catar, como lo había hecho el campeón inglés Liverpool antes de su aparición en el Mundial de Clubes de 2019. La carta fue ignorada a pesar de las reiteradas solicitudes de comentarios.
"Le escribimos al Bayern repetidamente sobre este tema, pero no han respondido a nuestra carta, que no pedía al Bayern que boicoteara a Catar o que pusiera fin a la relación comercial, sino que usara su influencia de manera positiva", dijo McGeehan a DW.
En marzo de 2020, los concejales de Múnich también solicitaron que el alcalde de la ciudad, Dieter Reiter, presionara al Bayern sobre la relación del club con Catar,. Esta semana, el Bayern finalmente respondió a Reiter que el club ha trabajado con políticos, empresas y ONG para "crear una cultura de cambio" en Catar, e insistió en que "Catar está en el camino correcto ".
Agregaron que ya convocaron una mesa redonda para discutir acerca de "la sociedad alemana y la catarí, la importancia del Mundial para Catar y el mundo árabe, y las críticas de las organizaciones de derechos humanos", que ha tenido que posponerse debido a la pandemia.
Y reafirmaron el compromiso del club con los valores de libertad y democracia consagrados en la Constitución alemana, "especialmente los derechos civiles fundamentales, que también son derechos humanos".
El director de Fair Square Projects, McGeehan, dio la bienvenida a los planes para una mesa redonda, pero señaló que el club, una vez más, no había respondido a los pedidos de una investigación sobre las muertes de migrantes.
Los fans, "amordazados”
El propio Bayern Múnich pudo haber tardado en responder, pero algunos sectores de la base de su hinchada no lo han hecho.
Los grupos de fanáticos se han pronunciado sobre el tema, e incluso a un fan se le ha prohibido indefinidamente asistir a los juegos del Bayern, a pesar de que la razón oficial dada por ese club fue el "posicionamiento no permitido" de una pancarta contra los partidos del lunes en un juego del equipo de reserva.
El abogado de los aficionados que apeló la prohibición hizo la siguiente declaración a DW: "Mi cliente está involucrado en las críticas a los tratos del Bayern Múnich con Catar. La razón por la que solo él ha sido sancionado puede ser que [el Bayern] quiera silenciar a un hincha crítico."
Aparentemente se han ignorado las protestas de los aficionados y las advertencias de las organizaciones de derechos humanos. DW también se acercó al Bayern para obtener comentarios al respecto, pero aún no ha recibido una respuesta.
"No creo que el Bayern cambie de opinión sobre el acuerdo con Catar, pero creo que puede haber cambios en el futuro", espera Alex Fischer, portavoz de la asociación de aficionados del Bayern Club Nr. 12.
"Me gustaría pensar que estarán menos a la defensiva y escucharán los consejos de organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, y volverán a pensar antes reentablar este tipo de relaciones", concluyó Fischer.
(cp/ers).