El bosque enfermo
6 de noviembre de 2004
El estado de los bosques de Alemania jamás había sido tan deplorable como en la actualidad. Ese es el lapidario diagnóstico que acaba de hacer la ministra de Agricultura, Renante Künast, del partido Los Verdes. Adelantándose a la publicación del informe anual sobre la materia, que tendrá lugar dentro de un mes, la ministra advirtió la gravedad de la situación, instando a tomar medidas como la reducción de la contaminación atmosférica, mediante el empleo de autos más económicos en gasolina y la introducción de biodiesel y biomasa licuada como combustible.
Amenazas múltiples
El bosque alemán es desde hace tiempo un paciente crónico, pero ahora suenan las campanas de alarma: de acuerdo con informaciones del periódico Welt am Sonntag, el 31% de los árboles presenta graves daños. Las proporciones del deterioro sorprenden incluso a los expertos, en vista de que las condiciones meteorológicas de este año han sido favorables.
Los problemas forestales que detecta el informe 2004, según la citada publicación, se derivan sobre todo del cambio climático, perceptible también en estas latitudes. Un claro ejemplo de ello fue el verano extremadamente seco y caluroso del año pasado. Paralelamente, los suelos se ven afectados por contaminantes, según el presidente del Consejo Forestal alemán, Hermann Ilaender. Y eso no es todo: también representan una amenaza los insectos que se reproducen en forma explosiva en los veranos cálidos.
Daño progresivo
Las cifras que baraja la prensa resultan inquietantes. Según la agencia de noticias DPA, las copas de las hayas de mayor edad están dañadas en un 65%, lo que constituye un serio empeoramiento de la situación, ya que el informe oficial del 2003 registraba daños en un 38%. También los abetos y robles añosos presentan un deterioro mayor que el año pasado.
Uno de los objetivos de las autoridades, para contrarrestar esa tendencia, es rejuvenecer el bosque. Sin embargo, los dueños de predios forestales se ven frenados debido al bajo consumo de madera de los alemanes. Por eso se planea, entre otras cosas, fomentar el uso de maderas nacionales en la industria de la construcción y como materia prima. Pero lo principal sigue siendo la creación de conciencia ecológica para proteger el delicado ecosistema de los bosques.