El sagrado Ganges amenazado
26 de octubre de 2017Puesta de sol en Rishikesh, una ciudad india al pie del Himalaya. Cientos de personas se reúnen a orillas del Ganges para cantar himnos de alabanza a la diosa del río sagrado. Un grupo se sienta alrededor de una hoguera para realizar el yajna – un ritual de sacrificio hindú que se realiza en un fuego abierto, a menudo acompañado por el canto de mantras. El ritual tiene lugar todas las noches desde hace siglos para agradecer al río por su caudal. El aire es pesado con el aroma a estiércol de vaca, mantequilla e incienso de sándalo.
No obstante, hoy a los fieles les preocupa que el poderoso Ganges, esencial para la religión, la cultura y la economía de millones de indios, pueda reducirse en el futuro a un escaso goteo.
"Nunca he visto que el río transporte tan poca agua”, lamenta Gauri Pandey, un zapatero devoto que participa en este ritual desde hace 45 años. "He visto a gente atravesando el río hasta la otra orilla. El nivel del agua estaba por debajo de la cintura. Algunos dicen que, si esta tendencia continúa, hay posibilidades de que el Ganges se seque en los próximos 30 años”, cuenta.
Desaparición de glaciares
Las predicciones y la información sobre los niveles de agua varían, pero el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en sus siglas en inglés) ha incluido al Ganges, con 2.520 kilómetros de largo, entre los ríos más amenazados del mundo. Científicos y ecologistas han señalado con el dedo el aumento de las temperaturas y el retroceso de los glaciares.
El agua bendita se origina en el glaciar Gangotri, que se encuentra a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, en el lado indio del nevado Himalaya, y proporciona el 70 por ciento del agua del río. Pero ahora se está reduciendo a un ritmo de 22 metros por año, casi el doble que hace 20 años. "El glaciar se ha reducido casi 40 kilómetros en 50.000 años”, dice Milap Chand Sharma, principal glaciólogo del país y profesor de la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi.
Añade que los científicos estiman que el cambio climático, consecuencia de la actividad humana, ha provocado una reducción más rápida. Las nevadas invernales, que mantienen el glaciar, han ido disminuyendo y afectando a la cantidad de agua que fluye al río anualmente.
Mahesh Sharma, periodista que asiste a las oraciones vespertinas en el río, ha visitado los glaciares más de 50 veces en las últimas tres décadas y ha observado los efectos con sus propios ojos. "La nieve ha disminuido”, dice, añadiendo que incluso a 5.000 metros, en el origen del Ganges, "no tienes ganas de llevar ropa muy abrigada”.
Impacto en las personas
El Ganges no sólo es fundamental para la vida espiritual de la India, sino que también abastece a 500 millones de personas con agua potable y agua para la agricultura.
Ocho estados de la India ya se enfrentan a sequías. Y de acuerdo con el Instituto Internacional para la Gestión del Agua (IWMI, en sus siglas en inglés), el crecimiento de la industria y de la población implicará un aumento del 32 por ciento en la demanda nacional de agua para el año 2050.
Kamal Barua vende pescado en un mercado local de Haridwar. Antes vivía en una aldea adyacente a la ciudad de Farakka, al oeste de Bengala, pero el año pasado, él y su familia tuvieron que mudarse cuando las aguas en las que pescaba ya no eran lo suficientemente profundas como para dar lugar a una captura adecuada. No son los únicos.
"Mi aldea estaba situada en uno de los ríos más grandes del mundo. Nunca pensé que me enfrentaría a la escasez de agua en toda mi vida”, dice.
La contaminación, y no el cambio climático, es una prioridad
Pero el hundimiento de los niveles de agua no es el único problema al que se enfrenta el río. Cuando el agua sale de las montañas es cristalina. Pero a medida que fluye a través del vasto paisaje y de las ciudades emergentes hacia el mar, se vuelve más sucio. Finalmente, al llegar a la bahía de Bengala el agua no es más que una sopa sucia.
Las aguas residuales, junto con los desperdicios agrícolas e industriales, han convertido al Ganges en el segundo río más sucio del mundo, detrás del Citarum indonesio. Y eso ya está afectando a la salud humana.
Las infecciones gastrointestinales están muy extendidas y el tifus se ha diseminado. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2012 más de 115.000 personas murieron en la India a causa de cuestiones relacionadas con el agua y el saneamiento. Asimismo, un estudio del Programa Nacional de Registros del Cáncer informó sobre una mayor incidencia de cáncer entre quienes viven a lo largo de la ribera del río.
El gobierno indio ha invertido más de 2.500 millones de euros en la limpieza de las aguas contaminadas, una operación que hasta ahora ha tenido prioridad sobre la disponibilidad de agua, según U. P. Singh, director general de la Misión Nacional para una Ganga Limpia. La limpieza "es una de nuestras metas más importantes a largo plazo”, afirma Singh.
Para lograrlo, los responsables políticos han propuesto tres programas que pretenden conectar los ríos a través de diferentes partes del país para aumentar el suministro de agua de aquellos caudales que se están secando.
Conectando a las personas con agua
No obstante, Rajender Singh, ganador del Premio del Agua de Estocolmo – también conocido como el Premio Nobel del Agua – considera insuficientes las medidas. "La conexión de los ríos no hará que la India esté libre de sequías e inundaciones”, lamenta. "Creará tensiones y conflictos en el país”, asegura.
Singh, que hasta ahora ha restaurado ocho ríos y ha ayudado a suministrar agua a más de 1.000 aldeas en el estado occidental indio de Rajastán, critica que los esfuerzos para recuperar el Ganges se centran demasiado en enfoques de ingeniería a gran escala.
Por el contrario, Singh aboga por la participación de las comunidades locales en la plantación de árboles a lo largo de los ríos, con el fin de frenar los problemas de sedimentación y erosión. Asimismo, apuesta por la restauración de los afluentes que alimentan al Ganges.
"Si queremos liberar a nuestro país de la sequía y de las inundaciones, tenemos que conectar a la gente con los ríos”, dice. Dado que los hindúes tienen una profunda relación con su sagrado río Ganges, ya existe una base sobre la que construir.
Swami Chidanand Saraswati, fundador de la ONG Ganga Action, que se dedica a proteger el río, termina las oraciones vespertinas en Rishikesh señalando las consecuencias que el fracaso podría tener: "si el Ganges muere, muere la India”, dice.
"La pérdida de glaciares significa la pérdida de vida. El agua es vida, el agua es una bendición. Por eso nuestro principal deber es proteger los glaciares”, concluye.
Autor: Jasvinder Sehgal (Rishikesh, India)