El camino hacia Atenas
15 de abril de 2003Los quince ministros del Exterior de los países miembros de la Unión Europea, no adoptaron una posición concreta sobre el papel que deberá jugar la ONU y Europa en el orden posbélico en Irak. Después de la profunda división que provocó la guerra en el viejo continente y en las relaciones trasatlánticas, los Quince están resueltos a superar el enfrentamiento entre ellos y a evitar una nueva fractura con Estados Unidos provocada ahora por la discusión en torno a la reconstrucción y el futuro político de Irak.
Los jefes diplomáticos de la UE, reunidos en Luxemburgo, coincidieron que Naciones Unidas deberá desempeñar un papel vital en la reconstrucción de Irak, pero señalaron que ese asunto será tratado en el marco de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebrará el próximo miércoles y jueves en Atenas.
Decisión en Atenas
"Todos los participantes se expresaron a favor de un papel central de la ONU en la postguerra, pero no se pueden hacer precisiones todavía", dijo el ministro alemán del Exterior, Joschka Fischer. El jefe diplomático se refirió a la cumbre de Atenas como la ocasión ideal para esbozar un planteamiento conjunto después de escuchar el punto de vista del Secretario General de la ONU, Kofi Annan, quien ha anunciado su participación en el encuentro.
Según Fischer, actualmente habrá que concentrarse en dos puntos: la ayuda humanitaria y en segundo término, el restablecimiento de la seguridad en Irak. Ambos puntos, según el jefe diplomático, son responsabilidad de Estados Unidos y el Reino Unido. Por su parte el ministro francés del Exterior, Dominique de Villepin, dejó entrever que París apoya el nombramiento de un comisionado de la ONU para Irak que coordine prioritariamente la ayuda humanitaria.
El mayor Consejo Europeo
En la capital helénica se celebrará durante dos días el encuentro de 41 jefes de Estado y de Gobierno y unos 3.000 miembros de las delegaciones que se preparan para firmar la ampliación del Consejo Europeo a 25 países. Los Quince de la UE, más los diez nuevos países miembros del centro y este de Europa, se reunirán para firmar el Tratado de Adhesión en el lugar donde nacieron los fundamentos de la democracia.
Además de los Quince, asistirán representantes de Chipre, la República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia, además del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, el del Parlamento Europeo, Pat Cox, el secretario de la ONU, Kofi Annan, así como el presidente griego, Costis Stefanópulos.
También estarán presentes representantes de los tres países candidatos a una próxima ampliación: Turquía, Rumania y Bulgaria. Como observadores asistirán enviados de los cinco países de los Balcanes occidentales: Macedonia, Albania, Croacia, Bosnia y Yugoslavia, además de representantes de Ucrania, Moldavia y Rusia.
Una nueva era en Europa
Los ministros del Exterior de los Quince cerraron formalmente la adhesión de 10 nuevos miembros, con lo que jurídicamente está el camino libre para la firma de la ampliación, con lo que a partir de ahora, los representantes de los candidatos de adhesión podrán participar, aunque como observadores sin derecho a voto, en todas las instituciones de la UE. Los Tratados de Adhesión deberán ser refrendados por los parlamentos de los Quince y sometidos a referéndum en los países de nuevo ingreso. En la declaración conjunta, los quince jefes diplomáticos afirman que la decisión marca una nueva era en Europa que fortalecerá la integración del viejo continente bajo los principios de la democracia, el pluralismo, el derecho, el pleno reconocimiento de los derechos humanos y el libre mercado.
Para el comisario europeo de Ampliación, el alemán Günter Verheugen, "se trata de una de las cuestiones de futuro más importantes de nuestro continente, ya que 70 millones de ciudadanos europeos esperan con gran esperanza el día de su ingreso en la UE".