El cultivo de marihuana tendrá que esperar en Alemania
21 de noviembre de 2018Al menos tres empresas cultivarán marihuana para el estado alemán. El Instituto Federal de Medicamentos y Productos Médicos (BfArM) busca desde la primavera de 2016 a los productores adecuados.
Tras varios contratiempos, la adjudicación de los contratos de cultivo podría retrasarse todavía más. Por ejemplo, BfArM ha extendido otra vez el plazo, que debía haber terminado este martes (20.11.2018). Los potenciales cultivadores de cannabis tienen así tres semanas más para presentar sus planes. "Hubo más reajustes en el proceso de licitación en curso", informa Hendrik Knopp, jefe de la filial alemana del productor canadiense Aphria. Se quieren asegurar de que todos los potenciales productores tengan las mismas oportunidades. El BfArM respondió a las solicitudes de DW diciendo que no puede ofrecer más información debido a la Ley de Adquisiciones.
La primera convocatoria falló
Los cambios en la planificación son monitoreados de cerca por Knopp. Invirtió mucho dinero y esfuerzo en la solicitud de la licencia de cultivo. En la primavera del año pasado, un tribunal suspendió la primera licitación debido a un error de forma. En ese momento, habían concurrido más de cien empresas. Ahora deben ser varios cientos, calcula Knopp en entrevista con DW.
Originalmente, la primera cosecha de cáñamo medicinal para el estado alemán debía recogerse en 2019. Pero tras el fracaso de la primera licitación, será para 2020. Para lograr este objetivo, el BfArM tiene la intención de adjudicar los contratos en el primer semestre del año próximo. Hendrik Knopp, sin embargo, ve probable "que también esta vez una disputa legal lo retrase". Ya está pendiente un recurso contra el procedimiento de adjudicación.
Ya en la primavera de este año, los afectados por el tema criticaron el retraso en el cultivo del cáñamo medicinal. Como resultado, la oferta en Alemania sigue reduciéndose, advirtió la asociación Alemana del Cáñamo. Pacientes y farmacias confirman problemas de suministro.
¿Quién llena el vacío?
Antes de que el cannabis fuera aprobado como medicamento en 2016, solo un millar de pacientes contaba con una dispensación. El gobierno federal auguraba que habría unos 700 pacientes adicionales cada año. Sin embargo, dado que los médicos pueden recetar cannabis de forma gratuita si está justificado, estas cifras han aumentado a un ritmo mayor. Los expertos de la industria hablan de 15.000 a 30.000 pacientes con cannabis recetado, pero no hay cifras exactas. El cannabis se prescribe en spray, gotas o en forma de cogollos. Los principios activos pueden aliviar las náuseas después de la quimioterapia, el dolor provocado por el cáncer o la espasticidad en la esclerosis múltiple. Dado que no hay suficientes estudios científicos, el efecto de las preparaciones de cannabis sigue siendo controvertido.
La anterior oferta de cogollos está principalmente cubierta por las importaciones. Solían venir principalmente de Holanda y ahora cada vez más de Canadá. Allí el uso medicinal es legal desde 2001. En torno al cannabis se ha formado una industria. Las principales compañías de bebidas están participando en el negocio y empresas como Aurora, Canopy Growth y Tilray están cotizando en la bolsa de valores. Las empresas en Canadá están comprando terrenos, instalaciones de investigación y nuevas empresas en todo el mundo. Incluso en los Estados Unidos, las compañías de cannabis esperan grandes ganancias, pero a diferencia de las compañías canadienses no se les permite exportar porque el cannabis no es legal en todo el país. Para los canadienses, Alemania se ha convertido en otra pieza más del rompecabezas del mercado global de cannabis.
Otros países europeos se están poniendo al día
Desde mediados de octubre, Canadá se ha convertido en el primer país del G7 en legalizar el uso lúdico del cannabis. Esto también beneficia a Aphria, la empresa matriz de la sucursal de Hendrik Knopp en Alemania. La compañía es considerada el tercer mayor productor canadiense de plantas de cannabis. Desde la legalización, las personas están trabajando a destajo para satisfacer la demanda, informa Knopp. "Esto también aumenta la presión sobre Alemania, que depende de las importaciones debido a la demora del cultivo". Según el argumento de Knopp, los cuellos de botella en el suministro a Alemania podrían intensificarse de nuevo. "Las primeras empresas canadienses no han podido realizar las entregas a Alemania en plazo".
La segunda convocatoria de BfArM ya ha respondido al creciente número de pacientes y el volumen de producción ha sido aumentado a más de diez toneladas en cuatro años. Pero los expertos asumen que incluso estas cifras no serán suficientes para cubrir la demanda.
Mientras Alemania lucha con las complejidades legales en el cultivo de cannabis, otros países europeos continúan avanzando. Además del Reino Unido y los Países Bajos, Dinamarca ahora está otorgando licencias de cultivo para fines médicos. Polonia y Francia planean lanzar cannabis medicinal el próximo año. El empresario Hendrik Knopp ve a Alemania perder puestos internacionalmente en lo que al cultivo se refiere. "Fuimos los primeros en Europa, ahora parece que podríamos ser los últimos", resume.
(LGC/DZC)
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