El descubridor de entrenadores
30 de abril de 2015A mediados de la temporada 2000/2001 de la segunda división alemana, el Maguncia se encontraba al borde del descenso, lo cual ponía en peligro la existencia del modesto equipo de la capital del estado de Renania-Palatinado. La tarea de encontrar una respuesta a la difícil situación quedó en manos de Christian Heidel.
El gerente honorario del club, que por aquella época se ganaba la vida trabajando como administrador de un concesionario automovilístico, optó por una solución poco convencional. Aconsejado por su olfato y confiando en su instinto, Heidel se acercó a Jürgen Klopp, entonces jugador del equipo, y le preguntó: “¿quieres entrenar a tus compañeros?”.
De esta forma empezó la exitosa carrera del entrenador Klopp, quien no solo salvó el cupo del Maguncia en la segunda división alemana, sino que lo ascendió a la categoría élite de la Bundesliga tres años más tarde.
“La presentación de Jürgen como entrenador interino, pues él conservó su contrato de futbolista hasta el final del campeonato, estuvo acompañada de escepticismo y risas. Yo, sin embargo, estaba convencido que él era la persona indicada para ocupar el cargo: conocía el club, como jugador era el cerebro del equipo, estaba muy motivado y tenía una personalidad que entusiasmaba a la gente a su alrededor”. Así recuerda Heidel su atrevida movida en declaraciones al diario Bild.
El siguiente acierto
Después de su notoria carrera con el Maguncia, Klopp pasaría en el 2008 al Dortmund, donde forjó un equipo triunfador que ganó dos veces la Bundesliga, una vez la Copa Alemana, y llegó a una final de la Champions League.
Pero Klopp no sería el único acierto de Christian Heidel, ni su única apuesta de riesgo en Maguncia. A cinco días de arrancar la temporada del año 2009 el gerente del club alemán tomó una decisión que sorprendió a los aficionados, los jugadores, la prensa y los expertos.
Heidel despidió al entrenador noruego Jorn Andersen para entregarle el equipo a un joven desconocido de apenas 35 años, cuyo único mérito hasta la fecha era haber convertido en campeón alemán de la categoría juvenil al equipo canterano del club: Thomas Tuchel.
Cuando esto ocurrió, el club no tenía ninguna razón para separarse de Andersen, quien no solo había acabado de ascender de nuevo al equipo a la primera división, sino que lo había llevado a disputar la semifinal de la Copa Alemana.
Pese a ello, el gerente del Maguncia volvió a demostrar la buena puntería de su intuición. Tuchel dotó al equipo de una identidad futbolística y consiguió con muy pocos medios un rendimiento deportivo constante que le permitió durante años alejar el fantasma del descenso.
“Hacer entrenador a Klopp fue algo muy emocional, pero hacer entrenador a Tuchel fue algo racional y lógico. Él analiza los partidos y los rivales tan en detalle, que al final no queda nada que decir, un auténtico loco del fútbol”, contó a la revista 11 Freunde Heidel, quien ahora le apuesta con el Maguncia a otro entrenador sin gran cartel, el suizo Martin Schmidt, su más reciente descubrimiento.