El G20 promueve la globalización pese a la resistencia
8 de julio de 2017Una de las metas declaradas de la cumbre del G20 en Hamburgo es tratar de promover la globalización. Eso, a pesar de que en el mundo muchos países se sienten perdedores o luchan abiertamente contra este sistema.
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Según Amrita Narlikar, presidenta del Instituto de Estudios Globales y Regionales (GIGA) en Hamburgo, varios factores afectan el avance de la globalización: el descontento de la gente pobre que se siente olvidada, la postura del presidente estadounidense, Donald Trump, respecto al comercio y el cambio climático, así como el auge de los movimientos extremistas de derecha e izquierda.
Uno de los problemas pendientes más urgentes es cómo transferir la prosperidad que se obtiene a través de la globalización a esas personas que se sienten olvidadas o que han sido golpeadas por los efectos del sistema y que engrosan las filas de los movimientos antiglobalización.
"Los políticos están haciendo un mal trabajo al explicar lo que significa (la globalización), a pesar de que abundan las evidencias claras", sostiene en entrevista con DW.
La globalización funciona, a veces
Narlikar destaca la correlación entre la globalización y la reducción de la pobreza extrema. En 1990, 1.900 millones de personas en el mundo vivían en extrema pobreza. Este número se ha reducido hasta llegar a las 836 millones de personas en 2015. La experta del GIGA lamenta que "este tipo de mensajes no se esté divulgando con la pasión e intensidad necesaria para informar a la gente".
Por su parte, Ángel Gurría, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, critica que generalmente solo se tenga en cuenta el elemento del crecimiento y no la inclusión. "Debemos enfocarnos en la relación entre la productividad y la inclusión", dijo a DW.
"Desde luego se trata de aumentar la productividad, pero sin el elemento de la inclusión, la productividad se topará con un muro, y habrá rechazo", agregó. Sin embargo, Gurría también señaló que no tiene sentido enfocarse solo en la redistribución porque eso afectaría el crecimiento.
Alemania, ¿un modelo ejemplar?
Para Narlikar, Alemania es un ejemplo de que sí es posible compartir los beneficios de la globalización. "Tiene un mercado abierto, pero con reglas para ayudar", dijo. "Alemania es además pionera en áreas como el desarrollo verde y sustentable".
Asimismo elogió la "seriedad" y "metodología" con que Alemania, anfitriona del G20 en Hamburgo, comunica la agenda de la cumbre. Esto es crucial para "mejorar la legitimidad e inclusividad" de la organización, agregó.
La directora del GIGA instó a Alemania y Europa a no caer en la trampa de volverse completamente dependientes de Estados Unidos. En su opinión, el Acuerdo Climático de París es un ejemplo claro de lo que la globalización puede lograr con suficiente "valor y compromiso".
La globalización no solucionará todos los problemas del mundo. Para algunos, seguirá siendo un concepto abstracto; para otros, sus efectos negativos son extremadamente reales. Ángel Gurría está convencido de que la globalización es imprescindible, pero admite que es una obra en curso. "Únicamente la cooperación internacional, y no el aislamiento a la Trump, pueden alcanzar los resultados necesarios", señaló.
Autor: Robert Mudge (VT/DZC)