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El impacto en América Latina de la guerra en Gaza

Luis García Casas
6 de noviembre de 2023

¿Por qué todos los países latinoamericanos se ven impelidos a posicionarse en la lejana crisis de Gaza? ¿Qué consecuencias políticas o económicas puede tener realmente en la región?

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Una manifestante porta una bandera palestina mientras la multitud avanza detrás con una gran pancarta. Unas diez mil personas marcharon este 5 de noviembre entre el Paseo de la Reforma y la Plaza del Zócalo.
Manifestación propalestina en Ciudad de México.Imagen: Guillermo Gutierrez/NurPhoto/picture alliance

La guerra en Gaza no deja a nadie indiferente. Incluso en una región tan alejada geográficamente como América Latina, todos los gobiernos se han visto impelidos a posicionarse. Según Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano, esto se debe a que "el problema palestino está muy instalado en el relato de una cierta izquierda latinoamericana y a la existencia de importantes comunidades judías, pero también palestinas, en gran parte de los países de la región".

Para él, sin embargo, las respuestas a la crisis en Gaza hay que verlas "de una manera secuencial, no como una foto fija". Las declaraciones iniciales de los gobiernos latinoamericanos fueron casi unánimemente de condena a los atentados terroristas de Hamás del pasado 7 de octubre. "Una vez conocida la respuesta israelí, los bombardeos en Gaza, la invasión terrestre... se pasó a una crítica más abierta hacia las posiciones israelíes", afirma Malamud, poniendo el ejemplo de la reacción del gobierno chileno del presidente Gabriel Boric. 

Élodie Brun, del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México, recuerda que ya el gobierno de Sebastián Piñera en Chile se posicionó contra Israel en 2009 o que Brasil, durante la dictadura, adoptó posturas propalestinas por su dependencia del petróleo saudí. Y que, actualmente, el gobierno de El Salvador votó a favor de la última resolución de Naciones Unidas sobre Israel (si bien su presidente, Nayib Bukele, descendiente de palestinos, criticó durísimamente los atentados de Hamás). "Puede haber tendencias", afirma Brun. "Pero es importante ver en el momento el estado de las relaciones internacionales".

Respuesta en clave de política interna y de relaciones internacionales

En un artículo sobre el impacto de la crisis de Gaza en Latinoamérica, Malamud pone de ejemplo la polémica reacción del presidente colombiano, Gustavo Petro, y la búsqueda de equidistancia de López Obrador en México, aunque cree "que en todos los países, el componente interno es un hecho". Como en Argentina, donde el ministro de Exteriores hizo unas declaraciones muy duras contra los bombardeos israelíes, pero el candidato Sergio Massa, ministro del mismo gobierno, se desmarcó de ellas porque veía que "podría suponer una pérdida importante de votos entre la comunidad judía de Argentina", según Malamud.

Una multitud, algunos con banderas israelíes.
Manifestación en apoyo de Israel en Buenos Aires el pasado 9 de octubre, tras los atentados de Hamás. En Argentina vive la mayor comunidad judía de Latinoamérica.Imagen: Matias Baglietto/NurPhoto/picture alliance

También influyen los posicionamientos geopolíticos. "Así por ejemplo en la posición boliviana respecto al conflicto; primero no criticaron los atentados terroristas y luego rompieron relaciones con Israel, pues la proximidad de Irán es un hecho también importante a tener en cuenta", explica el experto.

Ambos políticos se estrechan la mano con las banderas de los dos países detrás y sendos retratos en la pared de los ayatolás Jomeini y Jamenei.
El ministro boliviano de Defensa, Edmundo Novillo Aguilar, y su homólogo iraní, Mohamad Reza Qarai Ashtiani, firman un acuerdo en Teherán el pasado julio.Imagen: IRNA

En México, por ejemplo, está pendiente la extradición desde Israel de Tomás Zerón, implicado en Ayotzinapa, el caso Pegasus... "pero también está el rol de la comunidad judía, que tiene la especificidad histórica de estar muy vinculada con la de Estados Unidos y eso hace que pueda tener un peso en ciertos sectores económicos", explica Brun. La experta en relaciones internacionales latinoamericanas recuerda que cuando el gobierno de Luis Echeverría votó en 1975 en las Naciones Unidas contra Israel, los judíos de Estados Unidos boicotearon a México como destino turístico. "Es algo muy importante en la memoria de la política exterior de México", afirma Brun.

La investigadora francesa, afincada en México, echa en falta una declaración conjunta, regional o subregional, algo que hemos visto en otras ocasiones. Como en 2010 con la declaración del Grupo de Río saludando las negociaciones israelo-palestinas. O aquellas en las que Mercosur se pronunció contra "el uso desproporcionado de la fuerza" en Gaza en 2014. En esta última Asamblea de Naciones Unidas sobre Israel, sólo dos países latinoamericanos votaron en contra de la resolución. "Eso demuestra que hubo una mayoría de países que votó junta... es una lástima entonces que no haya habido una reacción más colectiva", lamenta.

¿Afectaría una extensión de la guerra en Oriente Medio a América Latina?

"América Latina está lo suficientemente lejos tanto en términos geográficos como en términos políticos del escenario bélico", tranquiliza Malamud. Otro problema "probable", teme el analista, es el posible efecto movilizador del conflicto en el terrorismo global y que veamos un incremento de los atentados yihadistas y antisemitas tanto en Europa como en América Latina y otras regiones. 

"Es difícil prever cómo va a terminar todo esto", constata. "Lo ideal sería que se impongan aquellas fuerzas que en este momento están presionando por un acuerdo de paz y que la razón se imponga. Lo que ocurre es que es muy difícil, por un lado por el radicalismo y la irracionalidad de Hamás, cuyo único objetivo es echar a los judíos al mar y acabar con Israel y, al mismo tiempo, por la debilidad interna del gobierno de Netanyahu".

Para Élodie Brun, la consecuencia más directa que el conflicto en Gaza puede tener en los países latinoamericanos "si los gobiernos siguen tomando medidas fuertes contra Israel", serían "la suspensión de los acuerdos que existen con el país, sobre todo en el ámbito de la seguridad", y también consecuencias económicas como las sufridas por México en 1975, aunque son poco probables. En Gaza, lamenta, "no va a cambiar mucho, salvo que se va a prolongar el conflicto más años y, tal vez, más generaciones, después de lo que está pasando en estos días".

(ers/gg)

Una multitud, muchos luciendo el típico pañuelo palestino y ondeando la bandera palestina, sostiene una pancarta mientras avanza por el centro de la capital chilena.
Protesta propalestina en Santiago de Chile el pasado 15 de octubre. Imagen: Joshua Arguello/ZUMA/pictnure alliance