El imperativo de la estabilidad
7 de septiembre de 2002El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, no se deja abatir por el pesimismo. En la reunión con sus colegas europeos, en Copenhague, reconoció que la reactivación económica está resultando más lenta de lo previsto, pero aseguró que la recuperación, en sí, no peligra. En este contexto, afirmó que la economía germana va por la senda del crecimiento, al mismo ritmo que los otros países de la UE.
Cuatro en apuros
No obstante, los expertos indican que ese ritmo no tiene nada de ágil. En consecuencia, cobra vigor la discusión sobre el pacto de estabilidad monetaria, sellado en los acuerdos de Maastricht. Concretamente, se plantea la pregunta de si debería ser reformado, en vista de las bajas tasas de crecimiento y del hecho de que 4 países corren peligro de transgredir el límite del 3% del PIB fijado para el nuevo endeudamiento: Portugal -que en realidad ya admitió hace tiempo haber sobrepasado el tope máximo-, Francia, Italia y Alemania.
Eichel reiteró una vez más su rechazo a tales reflexiones. "Estamos haciendo todo lo posible para no salirnos del marco previsto", aseguró el ministro, quien se mostró confiado en lograr el objetivo. Destacó en este sentido las medidas adoptadas para financiar las labores de reconstrucción, tras la devastación provocada por las recientes inundaciones, sin incrementar el endeudamiento fiscal.
Reglas positivas
Tampoco quieren oír hablar de reformas al pacto los ministros de Grecia, Austria y Dinamarca. Éste último lo expresó con toda claridad: las reglas son positivas y los demás países deberían atenerse a ellas, en lugar de ponerlas en duda. Sus palabras probablemente hayan ido dirigidas a Francia e Italia, que tienen actualmente serias dificultades con sus respectivos déficits.
Puntualmente para el inicio de la reunión ministerial, el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, afirmó no saber cómo había de lograr su país un crecimiento del 3% el año entrante. Lo grave es que esa tasa de crecimiento es justamente la que Francia requeriría para poder presentar un presupuesto equilibrado hasta el 2004, según lo contemplado en el pacto de estabilidad.
También la Comisión Europea ha tenido que corregir hacia abajo sus previsiones de crecimiento para el año en curso. El pronóstico es ahora de sólo el 1%, en lugar del 1,4% vaticinado meses atrás. En consecuencia, las esperanzas se depositan en el 2003. Los ministros estiman que los otros indicadores económicos están en orden y destacan que la inflación permanece bajo control, de modo que la reactivación tendrá que llegar.