El juez Baltasar Garzón, a juicio por investigar crímenes del franquismo
7 de abril de 2010El juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón será llevado a juicio por presunta prevaricación en su investigación de los crímenes del franquismo, según decidió el magistrado del Tribunal Supremo en Madrid, Luciano Varela, informan medios españoles.
La querella contra Garzón fue interpuesta por organizaciones de la ultraderecha como el sindicato Manos Limpias, la asociación Libertad e Identidad y la Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), heredera del partido único en el que se asentó la dictadura del general Franco.
Según los demandantes, Garzón se declaró competente en 2008 para investigar la desaparición de miles de personas durante la Guerra Civil y la posterior dictadura pese a que sabía que por ley no le correspondía hacerlo, incurriendo de esta forma en un delito de prevaricación.
En sus más de 20 años en la Audiencia Nacional española, Baltasar Garzón se ha tenido que enfrentar a unas 40 demandas en su contra. Pero la Sala Penal del Tribunal Supremo, encargada de juzgar a políticos y jueces relevantes, nunca admitió a trámite ninguna de ellas.
Ahora, en menos de nueve meses, el alto tribunal, de mayoría conservadora, ha aceptado tres querellas que podrían llevar a la suspensión del juez más famoso de España y acabar con su carrera, entre ellas la presentada por prevaricación en su investigación de los crímenes y desapariciones franquistas.
"Es una situación muy injusta que se debe a intereses que nada tienen que ver con la Justicia", se quejó Garzón días atrás. Y pese a que se mostró confiado en poder demostrar su inocencia, la batalla judicial que está librando actualmente, la suya propia, lo tiene contra las cuerdas.
Desde la Audiencia Nacional, Garzón ha perseguido a ETA, a los clanes del narcotráfico gallego, a políticos y empresarios corruptos, al ex dictador chileno Augusto Pinochet, a los represores de la dictadura argentina o al mismísimo Osama bin Laden.
Pero ahora es el propio magistrado quien se enfrenta al banquillo de los acusados. Junto a la querella interpuesta en su contra por sectores ultraderechistas por su investigación de los crímenes del franquismo hay otra por haber supuestamente recibido dinero del Banco Santander para unas conferencias en Nueva York y una tercera por las escuchas telefónicas en un caso de corrupción que afecta al conservador Partido Popular (PP), el principal de la oposición.
El procedimiento penal abierto por Garzón en 2008 por los miles de desaparecidos que dejó en España la represión franquista durante la Guerra Civil (1936-1939) y la posterior dictadura (1939-1975) estaba llamado a convertirse en un hito en la carrera de este magistrado de tendencia progresista.
Un mes después de haber abierto ese sumario, sin embargo, Garzón tuvo que renunciar a la investigación, acorralado por un contundente recurso de la fiscalía.
Para sus detractores, entre ellos el PP, el hecho de haberse tenido que inhibir en ese entonces en favor de los juzgados territoriales fue una sonora derrota, aunque sus seguidores, entre ellos las asociaciones de víctimas del franquismo, sostienen que Garzón logró sacar del olvido un asunto que ya difícilmente desaparecerá de la agenda pública.
DPA
Editor: Enrique López