El K-Pop y sexismo: las fans, más allá de gritos y desmayos
16 de junio de 2023"Las habitaciones de las fans del pop parecen lugares de peregrinación", escribe la publicación alemana Der Spiegel. Allí donde se presentan sus ídolos, las adolescentes chillan hasta desmayarse.
Según el periódico Korea Times, en Corea del Sur existe además una palabra para las fans del K-pop: "Bbasooni", una fangirl que persigue ciegamente a sus ídolos masculinos. Este insulto es una de las razones por las que muchas mantienen en secreto que les gusta el K-pop.
Histeria y obsesión: la percepción de la cultura fan de las mujeres es sexista
La sociedad no suele tomarse en serio la cultura de ser fan en el caso de las mujeres. "Las jóvenes son percibidas como obsesivas e histéricas", afirma la Dra. Victoria Cann, profesora de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido. Cann estudia el género y la identidad en la juventud y atribuye esta percepción a la historia de la misoginia y a la suposición de que las mujeres son irracionales en comparación con los hombres.
Vivien Pistor es una amante del K-pop desde hace ya varios años. Viaja a otros países para asistir a conciertos y le gusta comprar en CD los álbumes de su grupo favorito, Stray Kids, incluso hasta dos veces. También colecciona e intercambia tarjetas con fotos de varios grupos de K-Pop.
En su entorno, el coleccionismo suele suscitar preguntas. "Es como las cartas de Pokémon en el pasado, donde el coleccionismo se respetaba totalmente. Lo que no se acepta son las chicas con cromos de K-pop", dice.
Por miedo a las reacciones, Marie Feller no se atrevía a admitir abiertamente sus gustos musicales en el pasado. Solía escuchar comentarios estúpidos, incluso racistas, sobre sus ídolos del K-pop por parte de sus compañeros de clase.
"Solía sentirme incómoda muchas veces. No hablaba de ello porque quería conservar a mis amigos". Hoy, Feller valora de antemano con qué personas habla del K-pop.
"Fangirls" o aficionados al fútbol: la experiencia es la misma
Según Cann, esto difiere mucho dependiendo de si un grupo de aficionados está formado principalmente por hombres o por mujeres, y compara a los fans del pop con los de fútbol.
Ya sea por su equipo favorito o por su banda favorita, gastan mucho dinero en entradas. Los aficionados gritan y cantan para animar a sus ídolos en el campo o en el escenario. Ya sea una camiseta o un plectro de guitarra: están desesperados por llevarse un recuerdo al final del evento. Y antes del saque inicial o durante la interpretación de una canción especial, tanto unos como otros organizan coreografías espectaculares.
No sólo son gritos: la vida de una fangirl es creativa y política
La narrativa de las fangirls suele limitarse a gritar y desmayarse. Pero también escriben historias; algunas de ellas son ahora autoras de best-sellers. Organizan y acogen reuniones de fans o dan fiestas inspiradas en este género musical.
Durante el movimiento Black Lives Matter, los fans de la exitosa banda de K-pop BTS pidieron donaciones para diversas organizaciones benéficas. Cuando el hashtag White Lives Matter (Las vidas blancas importan) fue tendencia en Twitter, los fans del K-pop hicieron spam deliberadamente para que los eslóganes de derechas quedaran ahogados entre la multitud.
(aa/ers)