El mercado navideño Christkindlesmarkt, después del atentado
20 de diciembre de 2016"El 'Niño Cristo' invita a su mercadillo y quien llega, es bienvenido”: así lo proclama el 'Niño Cristo' todos los años desde un balcón de la Iglesia de Nuestra Señora de Núremberg. Y cuando durante el Adviento, todas las mañanas a las 10, en el mercadillo Christkindlesmarkt abren los stands, vienen miles de visitantes: de toda Europa y del exterior, y naturalmente de la propia Núremberg. Unos dos millones de personas se abren paso todos los años por las callejuelas de la "pequeña ciudad de madera y tela” en la plaza central de Núremberg.
Vino caliente con especias, también después del atentado
Y lo hacen también el día después del atentado de Berlín, a pesar de que, naturalmente, todos se han enterado de los sucesos de Berlín. "Quedé en estado de shock”, dice una visitante venida de Heidelberg, a la que ni siquiera se le ocurrió dejar de venir a Núremberg.
"No hay que dejarse atemorizar”, dice, confiando también en la tranquilizadora presencia de la Policía. Otra visitante opina algo similar: "Si ahora nos quedamos en casa, los terroristas habrían logrado su objetivo”, agrega.
Es una actitud que también recomienda Elke Schönwald, portavoz de la Policía de Núremberg: los visitantes no deberían amilanarse y seguir yendo a los mercados de Navidad. Agrega que los planes de seguridad de Núremberg funcionan desde hace años. En las calles de acceso al mercado, por ejemplo, se hallan aparcados coches de policía. Ya toda la temporada funcionan como "bloqueos técnicos de seguridad”, para impedir que vehículos no autorizados puedan acceder a la superficie del mercadillo.
Mantener la calma
Desde hoy, en esos bloqueos se halla también un policía con una ametralladora. "Una escena espeluznante, pero al mismo tiempo, tranquilizadora”, dice una pareja del norte de Alemania. Lo mismo opinan los comerciantes en los stands del mercadillo. Christine Beeck, directora del mercado, explica que en la mañana después del atentado, los comerciante crearon un grupo de SMS para intercambiar opiniones, sobre el susto, las consecuencias y otras medidas.
"Sobre todo hay que mantener la calma”, subraya Beeck: "No queremos desatar pánico; permaneceremos vigilantes, pero más, sencillamente, no podemos hacer ahora”.
El mercadillo Christkindlesmarkt, en el corazón de Núremberg, es uno de los más antiguos mercados de Navidad de Alemania: según la tradición, sus orígenes se remontan a mediados del siglo XVI.
La atmósfera navideña continuará, también después de los sucesos de Berlín: en eso están todos de acuerdo en la ciudad. Tampoco la presencia de policías armados cambiará nada, promete Elke Schönwald, portavoz de la Policía: no patrullan por el mercadillo, sino que aseguran solo los accesos. "Pienso que así, el carácter de paz del Christkindlesmarkt permanece intacto, concluye.