El muro de Trump: un peligro para especies amenazadas
15 de enero de 2019Si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encuentra una manera de financiar su impenetrable frontera, uno de los grandes perdedores será un ecosistema rico pero frágil.
"La zona fronteriza es un foco de biodiversidad, es una de las más áreas más biodiversas en el mundo”, dijo a DW Jenni Miller, una científica que trabaja para la organización no gubernamental Defenders of Wildlife, basada en Washington.
Miller es coautora de un artículo publicado el pasado mes de octubre -"Naturaleza dividida, científicos unidos: El muro fronterizo de Estados Unidos-México amenaza la biodiversidad y la conservación binacional”- que detalla los daños medioambientales causados por los 1.000 kilómetros (621 millas) aproximados de barreras existentes, una esporádica colección de postes y picos- construidos, cada vez más, a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México desde 2007.
El artículo, que fue firmado conjuntamente por 2.700 científicos de 47 países, argumenta que la situación se exacerbará con los planes de Trump de una estructura sólida. No es el primer intento de apuntar cómo 3.145 kilómetros de barreras duras podrían afectar negativamente a la flora y fauna local.
"El muro de Trump será un golpe mortal para los animales ya están en peligro de extinción en ambos partes de la frontera entre Estados Unidos y México”, empezaba en mayo una encuesta del Centro para la Diversidad Biológica titulada "Un muro en la naturaleza”.
Según Defenders of Wildlife, alrededor de 1.500 especies de plantas y animales, incluyendo algunas de los 60 clasificadas más en peligro de extinción o vulnerables, se encuentran en los cinco corredores de hábitats binacionales a lo largo de la frontera sur.
Bloquearlas con una barrera de hormigón imponente, a modo de ejemplo, evitaría que las ovejas de borrego cimarrón de la lista roja accedieran al agua y los sitios de reproducción entre California y México, y que el lobo gris mexicano y el berrendo de Sonora -en peligro de extinción- se dispersaran a través de la frontera. Del mismo modo, el Centro Nacional de Mariposas, un santuario para 200 especies de mariposas en Texas, subraya la amenaza de la monarca, cuya población mexicana ha disminuido casi un 90 por ciento desde 1996. La ruta de la mariposa monarca se encuentra en el camino del muro propuesto.
Aparte de dividir las poblaciones de animales, el muro también supone una amenaza para sus vidas durante los fenómenos meteorológicos extremos. “Hemos visto la muerte de animales como resultado de las inundaciones”, dijo Miller.
Lucha en los tribunales
Defenders of Wildlife es parte de una coalición de grupos de conservación haciendo frente al gobierno en varios juicios por su renuncia a 28 leyes medioambientales y de seguridad pública, incluyendo la Ley de Especies en Peligro de Extinción, y por acelerar la construcción del muro fronterizo en zonas de conservación y las áreas protegidas.
“Como el tema continua a ser un foco de tensión, tanto legal como político, será difícil que la Corte Suprema lo ignore”, dijo a DW Jason Rylander, abogado principal de Defenders of Wildlife.
Nuevos muros europeos
Conservacionistas y ambientalistas en otros países donde los humanos han levantado muros ofrecen un conocimiento práctico sobre los potenciales impactos del muro propuesto por Trump.
Imad Atrash, director de Wildlife Society de Palestina, ha documentado la pérdida de la biodiversidad tras la enorme barrera de cemento que Israel comenzó a construir cuando empezó la Segunda Intifada de Palestina contra el país, en 2000.
Conocido como un muro de separación, segregación o apartheid, la estructura ha cortado la tierra, destruyendo, dice Atrash, lugares vitales de anidación y reproducción para aves migratorias como el como el zopilote europeo, así como el hábitat para mamíferos como las hienas, los zorros y los lobos.
“El muro de separación o la valla entre Jerusalem y Belén destruyó todos esos hábitats”, dijo a DW.
Historias similares suceden en toda Europa, donde se han levantado 1.000 kilómetros de cercas en países como Hungría, Eslovenia y Bulgaria, desde el inicio de la llamada crisis migrante de 2015. Diseñadas para evitar que las personas se puedan mover libremente, las barreras también bloquean el recorrido de los animales.
“El efecto de estos vallas se sentirá en el largo plazo, ya que cortarán el flujo entre poblaciones y evitarán que la vida salvaje responda al cambio de condiciones medioambientales”, dijo a DW John Linnell, un investigador basado en Oslo y coautor del inforrme “Cercas de seguridad fronteriza y vida salvaje”.
Avanza que los grandes carnívoros en los Balcanes serán particularmente vulnerables, y que una sección de 349 kilómetros de alambrada a lo largo de la frontera de Croacia y Eslovenia ha cortado parte de la montaña Dinaric fragmentando áreas habitadas por tres de los cinco mayores carnívoros europeos: el oso marrón, el lobo gris en peligro de extinción y el lince euroasiático.
(JAG/EL)
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