El museo de Frida Kahlo en Alemania
El museo de Frida Kahlo en Alemania no solo reúne la mayor colección de obras de la artista mexicana, sino que las muestra en el contexto de su singular vida, que, a 60 años de su muerte, sigue fascinando al público.
El primero de muchos autorretratos
La mayoría de las pinturas de Frida Kahlo están en manos de coleccionistas privados. El Museo de Arte Gehrke-Remund, en Alemania, posee 123 réplicas licenciadas de las obras de la artista mexicana. En este recinto, los visitantes tienen la oportunidad única de ver todos sus autorretratos juntos, como este, de 1926: “Autorretrato con un vestido de terciopelo”.
¿Réplica u original?
Hans-Jürgen Gehrke y Mariella Remund, los fundadores del museo, han viajado reiteradas veces a México para estudiar y documentar la obra de Frida. Las réplicas que exhiben en Baden-Baden son idénticas al original. Únicamente de cuatro cuadros no han podido hacer una réplica, puesto que de estos solo se conservan fotos en blanco y negro.
De Coyoacán a Baden-Baden
Con la ayuda de antiguas fotos de la casa de nacimiento de Frida Kahlo en Coyoacán, México, el Museo de Arte Gehrke-Remund reconstruyó en detalle su patio, que destaca por el intenso color azul añil de su fachada. Entre los cactus y las figuras aztecas y mayas, los visitantes encontrarán un pedazo de México en Alemania.
Collar maya de huesos y conchas
El Museo de Arte Gehrke-Remund no es un museo cualquiera. Inspirado en la “Casa Azul”, el espacio no solo exhibe las obras de Frida Kahlo, sino también cientos de objetos, como joyas, vestidos, rebozos, muebles, trastes y fotografías. Estos nos hablan de la vida de la artista y muestran el contexto de creación de sus pinturas.
A la moda...
Frida también impresionó a sus contemporáneos con su singular sentido de la moda, luciendo hermosos trajes coloridos, típicos del Estado de Oaxaca, tierra natal de su madre. En el Museo de Arte Gehrke-Remund se pueden apreciar vestidos, rebozos y joyas como las que usaba la artista.
Banquetes memorables
En la “Casa Azul”, en Coyoacán, Frida recibió a artistas e intelectuales mexicanos e internacionales. Uno de sus huéspedes más famosos fue, sin duda, el político revolucionario León Trotski. En su cocina, la anfitriona preparó deliciosos platos mexicanos para agasajar a sus huéspedes. En la imagen se puede ver una réplica de la mesa de cocina.
El lado alemán de Frida
Wilhelm Kahlo, el padre de Frida, es originario de la ciudad alemana de Pforzheim, en el sudoeste del país. El apasionado fotógrafo heredó su vena artística a la pintora e influyó mucho en su trabajo. En la imagen se puede apreciar el estudio de Wilhelm Kahlo.
Un amor obsesionante
“Diego en mi mente”, se llama este cuadro. Frida Kahlo y el pintor mexicano Diego Rivera estuvieron casados dos veces, de 1929 a 1939 y de 1940 hasta la muerte de Frida, en 1954. Sus matrimonios estuvieron marcados por el amor y el dolor. En su diario, Frida escribió: “Diego es el nombre del amor”.
Descanse en paz
Frida pasó mucho tiempo acostada en su cama con dosel, recuperándose de aquel accidente de autobús que casi la dejó paralítica. En ella pintó su primer autorretrato. La famosa cama, en la que murió la pintora, también aparece en varios de sus cuadros. En la imagen se puede ver una réplica detallada del mueble.
Un mundo de colores
Rojo, azul, verde, amarrillo: la pintora creó su propio mundo lleno de colores fuertes, brillantes y alegres. Pese a los serios reveses que sufrió, tanto los colores de sus cuadros como de su moda y su casa siempre reflejaron vida y esperanza.
El último adiós
En esta fotografía, que se exhibe en el museo, se puede ver a Diego Rivera cargando el féretro de Frida Kahlo. Después de su muerte, Rivera escribió: “... desmasiado tarde me di cuenta que mi amor por ella fue la parte más hermosa de mi vida”.