El Papa en Irak y los cristianos iraquíes en Alemania
4 de marzo de 2021"Ahora, en la situación creada por la pandemia de coronavirus, es difícil viajar de Alemania a Irak. Pero en realidad todo el mundo quiere seguir la visita del Papa en televisión o en YouTube", dijo Raad Washan Sarah Sharafana, sacerdote de los cristianos católicos iraquíes, en la comunidad caldea en Berlín. Durante semanas, este hombre de 51 años ha estado orando por el próximo viaje del Papa en las misas de los domingos. Es la primera vez que un líder católico visita Irak. Ninguno de los 32 viajes del Papa al extranjero hasta la fecha ha estado acompañado de tantas expectativas como esta visita de cuatro días.
Alen Albezo, de 21 años de edad, es uno de los casi 50 creyentes que acuden a las misas incluso durante la pandemia. Hay más gente joven que en cualquier comunidad católica promedio en Alemania: "A veces es importante ver, sentir y escuchar los orígenes iraquíes", dijo a Deutsche Welle. Habla sobre los recuerdos de su patria, describe la conexión con el arameo, el idioma de Jesús, y el lenguaje litúrgico de los caldeos.
Antes de la prueba de acceso a la universidad
Albezo llegó a Alemania en 2015 cuando cientos de miles huyeron de la guerra y la violencia en Irak y Siria, y vinieron a Europa. Llegó "con la ola de refugiados", afirmó, junto a un hermano y un sobrino. El camino lo llevó desde la llanura de Nínive a Turquía, luego a Grecia, a través de Serbia, Bulgaria y Austria a Erding, cerca de Múnich, y finalmente a través de Hamburgo, a Berlín. En 2017, los padres pudieron recontrarse con sus hijos como parte del plan de reunificación familiar. Ya no viven en un centro de refugiados, sino en su propio apartamento en el burgués barrio de Charlottenburg. En verano, Albezo quiere terminar la escuela y luego comenzar a formarse como asistente dental. En realidad, quiere ser dentista.
Cuando el joven habla de su familia, también lo hace sobre el destino de los cristianos en Irak, en general. Solo una pequeña parte de los dos millones de cristianos iraquíes de diferentes iglesias vive allí hoy. En 2014, el Estado Islámico irrumpió en la llanura de Nínive, donde vivían los Albezo en la ciudad de Bartilla, destruyeron iglesias y asesinaron a cristianos. "Cualquiera que no se hubiera convertido al islam, tenía que pagar una multa. Y eso no se podía financiar. También podría ser asesinado", explicó Albezo. Alrededor del 20 por ciento de su familia todavía vive en algún lugar en diferentes áreas de Irak; el 80 por ciento, "repartidos por todo el mundo", como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Suecia y Austria.
Las comunidades crecen
En la actualidad, miles de cristianos católicos iraquíes viven en Alemania. El pastor Sami Danka, de la Comunidad Católica Caldea en Múnich, estima que hay alrededor de 20.000 cristianos caldeos viviendo en Alemania, según aseguró a Deutsche Welle.
Alen Albezo tiene aún familiares en Irak. En otras familias, la conexión con la patria se ha roto. "Toda mi familia ya no vive en Irak", aclaró Athraa Hanna (28), "están en Australia, Estados Unidos y Alemania". Esto encaja con el sombrío panorama de las últimas décadas, en el que el cristianismo de Oriente Medio se caracteriza por la huida y el declive.
El idioma
Hanna llegó a Berlín con su familia cuando era adolescente, en 2006, tras la guerra de Irak en 2003. Hoy es asistente dental. Los domingos va ocasionalmente a una comunidad alemana, y todos los domingos a la caldea. También para ella, el idioma arameo es muy relevante: "Es muy bueno para mí entender el idioma arameo, el idioma antiguo. Hay muchas personas que simplemente no lo hablan, pero lo entienden muy bien. Entonces comprenden mejor nuestra Biblia".
El Papa viaja a Irak y a su extensa tradición, quiere visitar los lugares de sufrimiento, conocer a políticos y también a representantes musulmanes. Athraa Hanna está ya muy emocionada: "Deseamos que haya una coexistencia pacífica en Irak", dijo a Deutsche Welle. "Y solo esperamos que el mundo entero mire a nuestro país. Casi nadie conoce al Irak de hoy", matizó.
El Papa en vivo
Albezo sabe "cómo se siente ver al Papa o escuchar sus palabras en vivo". En 2016 pudo viajar de Berlín a Polonia para la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia. Él ve a los cristianos en Irak como a una minoría, "abandonada y sola en estos momentos". La visita del Papa supone consuelo y esperanza. Todo lo que sucede en Irak afecta tanto a cristianos como a musulmanes. "Y creo que si el Papa da ese paso, será algo positivo para nosotros", concluyó.
(rmr/ers)