Terry Jones: “No quemaremos el Corán”
10 de septiembre de 2010El pastor estadounidense Terry Jones, líder de una secta evangélica que reúne a apenas cincuenta almas en el estado de Florida, disfruta desde hace días de una atención que muchos consideran desproporcionada. La cobertura mediática dedicada a su iniciativa para conmemorar los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 quemando ejemplares del Corán lo han transformado en un personaje que, aunque no tiene peso alguno en la escena política internacional, puede catalizar sucesos de escala global.
Pero, ¿exactamente a qué sucesos se les teme? Los líderes del mundo se han apresurado a censurar la quema del libro sagrado del Islam porque puede traer secuelas que no trae, por ejemplo, la profanación de la bandera estadounidense como acto simbólico. En este caso, se tiene la certeza de que el aleteo de una mariposa en el hemisferio occidental puede provocar una tormenta en el Medio Oriente y sus alrededores, y las personalidades que se han pronunciado al respecto recientemente han revelado honda preocupación por ello.
El chantaje político del pastor Jones
Terry Jones comenzó a anunciar que se abstendría de encender la hoguera después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, lo llamara directamente este jueves (9.9.2010) para instarlo a suspender la quema del Corán; pero luego ha insistido en que sólo desistirá de echarlo al fuego si el imán Feisal Abdul Rauf desiste de construir un centro comunitario musulmán a dos cuadras de donde se alzaban las torres del World Trade Center, destruidas el 11 de septiembre de 2001.
¿Chantaje político? Eso y mucho más: este episodio evidencia las complejidades de la Realpolitik y de la libertad de expresión. La Secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el propio Barack Obama, presidente de Estados Unidos, alertaron que el proyecto del pastor Jones podría impulsar a los terroristas de Al Qaeda y a quienes se identifican con ellos a perpetrar ataques suicidas y poner en peligro la vida de los aliados de Washington en su lucha contra el terrorismo islamista.
Consecuencias en Afganistán
Este viernes (10.9.2010), el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, unió su voz a las de los representantes de varias organizaciones internacionales –incluyendo a la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton– para advertir que la profanación del Corán “puede tener serias consecuencias en Afganistán”. Sus declaraciones tuvieron lugar antes de que un manifestante muriera de un disparo en la provincia de Badakhshan durante una protesta de calle contra el pastor Jones.
Según las agencias de noticias, un estimado de 10.000 personas gritaban eslóganes anti-estadounidenses cuando atacaron una base de la OTAN administrada por Alemania en Faizabad, en el noreste de Afganistán. Se dice que fueron las fuerzas de seguridad afganas quienes hicieron fuego y que ningún miembro del ejército alemán estuvo involucrado en el acto de ofrecer resistencia a los manifestantes, pero no por eso se calmaron los ánimos.
Amenazas de revancha
Varios jefes tribales amenazaron con atacar bases de la OTAN en las cercanías de la frontera afgano-pakistaní y cerrar las carreteras usadas para abastecer a los soldados de la alianza atlántica si el pastor Jones consumaba la anunciada quema del Corán. Las manifestaciones se extendieron luego por cuatro provincias afganas y llegaron hasta la capital, Kabul.
La canciller alemana, Angela Merkel, estuvo entre los primeros jefes de Estado y de Gobierno que repudiaron la iniciativa del pastor Jones. “El hecho de que un pastor evangélico fundamentalista en Estados Unidos quiera quemar el Corán en una hoguera el 11 de septiembre es algo sencillamente irrespetuoso y digno de ser aborrecido”, dijo en un discurso. Ahora sólo está por verse si el pastor Jones cumple con la palabra dada horas antes de que llegue el 11 de septiembre: “En serio, en serio, en serio, no consideramos quemar el Corán”, dijo ante periodistas después de haber cambiado de postura en varias ocasiones.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa / Reuters
Editor: Pablo Kummetz