El presidente alemán propone realizar un nuevo Bretton Woods
24 de marzo de 2009
Ante unos 300 invitados que acudieron a la Iglesia Elisabeth Kirche, en el corazón de Berlín, el presidente alemán y ex-presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, advirtió que la recesión mundial podría extenderse durante todo este siglo. En medio de una tormenta que dramatizó su discurso anual en el que abordó la crisis financiera internacional, Köhler arremetió contra la voracidad de los mercados financieros, fustigó la codicia y exigió a sus conciudadanos humildad y modestia. “Tenemos que adaptarnos, los tiempos de crecimiento sin freno han terminado definitivamente”, aseguró Köhler.
Sus palabras retumbaban en los muros del recinto que tiene para los alemanes un significado simbólico. En 1945 la iglesia quedó destruida a raíz de los bombardeos y durante décadas, en tiempos de la extinta RDA, su esqueleto quedó como un testigo en ruinas de la guerra. La laboriosa reconstrucción del inmueble comenzó a partir de 1990.
Críticas a banqueros y especuladores
Köhler ha sido uno de los más fuertes críticos de banqueros y especuladores a quienes ha responsabilizado de la actual crisis y esta vez volvió a arremeter contra ellos. El representante del pueblo alemán exigió un cambio de mentalidad radical y una nueva solidaridad global: “toda la humanidad está en el barco”, dijo.
En vez de crecimiento, el presidente alemán pidió desarrollo sostenido, en vez de competencia, una nueva responsabilidad social que vaya más allá de las fronteras. Köhler no pudo distanciarse más de la doctrina neoliberal con la que fue asociado alguna vez; pidió un Estado fuerte, reglas definidas y no descartó la nacionalización de bancos. “Necesitamos orden en la globalización, lineamientos reconocidos e instituciones efectivas”, afirmó categórico. Köhler dijo que la causa principal de la actual crisis es “la libertad sin límites en los mercados financieros”.
Mantener la unidad
El presidente instó al gobierno de coalición de Berlín a mantener la unidad y subrayó que la crisis económica y financiera internacional “no es un escenario para exhibirse, sino una prueba para la democracia”. Köhler advirtió que incluso antes de las elecciones generales no puede haber concesiones para las responsabilidades del gobierno, pero reconoció que el ejecutivo en Berlín está actuando correctamente para enfrentar la crisis.
De cara al G-20 a realizarse a principios de abril en Londres, Köhler exhortó a los países a llegar a un acuerdo sobre un nuevo orden financiero mundial y aumentar en más del doble sus contribuciones para el financiamiento del Fondo Monetario Internacional. “Presento mi sugerencia de organizar un Bretton Woods II bajo los auspicios de Naciones Unidas con el objetivo de llevar adelante una reforma fundamental del sistema económico y financiero internacional”, afirmó. El presidente dijo que los miembros de la Unión Europea deberían vincular sus intereses a los del Banco Mundial y el FMI y afirmó que los bancos comerciales tienen la obligación de ayudar a superar la crisis financiera global a través de las tasas de interés.
eu/ el/ ap/ reuters/ dpa