“El SIDA tiene rostro femenino”

"Está bien que el presente Día Mundial contra el SIDA lleve el lema Mujer, joven, VIH y SIDA. Son la mujeres, las que más se han infectado con el virus en los últimos años; son ellas las que más expuestas están a la explotación, y con ella a la infección”, declaró la ministra alemana de Cooperación y Desarrollo, Heidemarie Wieczoreck-Zeul. Su cartera y los recursos que pueda poner a disposición de la campaña en contra del terrible mal revisten mayor importancia al tener en cuenta que el 95 % de los infectados con el virus de inmunodeficiencia adquirida vive en países en vías de desarrollo. De ellos, el porcentaje femenino alcanza el 57%.

“El rostro del SIDA se ha vuelto femenino, y tiene la forma de una joven negra”, comenta el diario suizo Basler Zeitung, haciendo alusión a la región donde hay más número de enfermos, el África, y donde, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres poseen menos derechos a la autodeterminación y están más expuestas a la violencia sexual y al SIDA.

Joven y femenino, pero no sólo negro

A pesar de que Alemania ha cosechado elogios por su campaña de información y educación popular, los datos son alarmantes: anualmente se registran 2000 casos nuevos de infecciones. A 44.000 llega el número de los enfermos de SIDA en este momento, 23.500 vidas alemanas ha cobrado ya. Los datos mundiales que publica UNAIDS, el programa de Naciones Unidas que coordina una acción global contra el SIDA, alcanzan un nuevo récord: 4,9 millones de infecciones en el último año, 40.000 millones de enfermos, 3,1 millones de víctimas mortales. Alarmantes son, además, ciertas tendencias de la población, no sólo de los países no desarrollados.

Un ascenso inesperado

La curva de infecciones nuevas descendió constantemente hasta el año 2001, y desde entonces no ha hecho más que subir. Ello indica que 20 años después de su irrupción, el SIDA ha dejado de ser el coco que fue para la población mundial en los años 80, lo que hace que se vuelva más peligroso que nunca. Así lo informa el Instituto Robert Koch de Berlín, un centro de investigación especializado desde hace 100 años en enfermedades virales e infecciosas.

Esperanza puesta en la industria

Según un estudio de la Central de Información Sexual de la ciudad de Colonia, publicado por el semanario Die Zeit, el uso de condones bajó del 2000 al 2003 de 207 a 189 millones. Y es que aunque un 99% de la población sabe que “el SIDA, sí da”, su peligro se subestima. La industria farmacéutica y su propaganda no tiene poca responsabilidad en el asunto: la terapia medicamentosa que existe desde 1986 si bien retrasa la irrupción de la enfermedad algún tiempo, concediéndole al enfermo algunos años más de vida, no cura el virus. Además de que los efectos secundarios pueden ser mortales.

Los más expuestos

En los círculos homosexuales, el mundo de la prostitución y los burdeles, y entre los jóvenes de 20-25 años es donde, en Alemania, el SIDA más se propaga. En este último grupo, la mayor preocupación se centra en evitar embarazos, no el contagio. Expertos opinan que a la nueva generación le faltó el shock del SIDA de los años 80. y que en el primer y el segundo grupo prima en esos casos un instintivo rechazo al preservativo, cierta pasión por el peligro, así como un desprecio por la vida, tanto propia como ajena.

Así se explica, el masivo turismo sexual alemán hacia la frontera con Chequia, por ejemplo, en donde a lo largo de 150 kilómetros se encuentran 77 burdeles, y donde las prostitutas –en su mayoría no checas sino ucranianas, una de las poblaciones europeas con mayor contagio- por un poco más lo hacen sin preservativo. Entre dos y cinco años tardará todavía en llegar a Alemania la inmensa ola de SIDA proveniente de Europa del Este, opinan expertos, exhortando al gobierno a invertir y exportar su modelo de información, teniendo en cuenta sobre todo a la población femenina. También en interés propio.