El terrorismo no hace diferencias
15 de marzo de 2019El blanco del atentado terrorista de Christchurch fueron personas que oraban en un templo. En los templos, las personas se sienten seguras, se sumen en sus pensamientos sin temer nada malo, son vulnerables. Son las víctimas más indefensas que pueda haber.
Se dice que ante Dios todos los seres humanos son iguales. También lo son ante situaciones de emergencia o de terror. Ambas cosas hacen que las personas se unan y se vean entre sí como iguales. El autor del atentado planificó minuciosamente su ataque e incluso meditó en detalle cómo podía difundirlo por internet. Pero pasó por alto un aspecto decisivo: el terrorismo se propone dividir a la gente, pero también puede cohesionarla.
Ya sea que se trate de un ateo, cristiano, judío o musulmán: eso no desempeña ningún papel, en vista de la amenaza. El terrorismo no hace distingo entre diferentes religiones, culturas, identidades o nacionalidades. Tampoco tiene ninguna relevancia dónde nació este u otro, o cuánto tiempo vivió alguien en determinado lugar.
Es un consuelo que este atentado haya sido condenado por la comunidad internacional tan unánimemente como los atentados de cuño islamista en París, Bruselas, Londres, Madrid o Berlín. Cuando se trata de terrorismo, cuando personas inocentes son asesinadas brutalmente, no puede haber dobles estándares.
La islamofobia es un fenómeno peligroso al que en Occidente debemos estar tan atentos como al pequeño pero peligroso grupo de extremistas musulmanes proclives a la violencia.
(er/el)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube