El tropezón nuclear de Olmert

Desde hace años, todo el mundo parte de la base de que Israel posee armas atómicas. Es un secreto a voces y, por lo tanto, el primer ministro israelí no develó ningún misterio en la entrevista que concedió a la televisión germana durante su visita a Alemania. No obstante, sus palabras fueron consideradas como la confirmación más clara de lo que hasta ahora se mantiene en el campo de la especulación. "Irán ha amenazado abierta, pública y explícitamente con borrar a Israel del mapa. ¿Puede decirse que se trata del mismo nivel si ellos aspiran a tener armas atómicas, como Estados Unidos, Francia, Israel o Rusia?" indicó Olmert. Dinamita pura en la esfera política israelí, donde figuras de la oposición lo acusaron de haber hablado, por lo menos, de forma irresponsable y de haber hecho el juego a los enemigos de Israel en la pugna con Irán.

Los alcances de un lapsus

El primer ministro negó haber admitido nada y reiteró que Israel no será el primer país en introducir armas atómicas a la región del Medio Oriente. No obstante, sus palabras dan qué pensar, aunque se haya tratado de un lapsus o simplemente de una declaración hecha sin medir las consecuencias. Porque, de facto, el status nuclear israelí no es un problema retórico en la actual situación.

El subsecretario de Relaciones Exteriores alemán, Gernot Erler, indicó que el tema de una zona libre de armas nucleares en el Medio Oriente también está relacionado con las negociaciones sobre las ambiciones nucleares iraníes. Según dijo, Alemania tiene claro que sin iniciativas de desarme de las potencias atómicas tampoco se podrá recordar permanentemente a Irán los compromisos derivados del Tratado de No Proliferación.

Coincidencias y discrepancias

Ciertamente, los anfitriones alemanes no tuvieron interés alguno en sacarle más punta a ese delicado tema y, por el contrario, ambas partes se esmeraron en demostrar la cordialidad de las relaciones recíprocas. Y, en efecto, hay muchos puntos de coincidencia, comenzando por el repudio a la conferencia sobre el Holocausto celebrada en Irán con la intención de poner en duda la historia. La condena manifestada por la canciller alemana, Angela Merkel, mereció aplauso de su huésped israelí.

Ehud Olmert también acogió positivamente la intención germana de impulsar nuevos esfuerzos de paz en el Medio Oriente durante el primer semestre del año entrante, en que Alemania ocupará la presidencia de la Unión Europea. De hecho, aseguró que llevará a cabo "esfuerzos extraordinarios" en pro de un diálogo con los palestinos. Pretender que Israel extendiera ese diálogo a otros actores importantes, resulta en cambio ilusorio. Así lo demostraron las recientes críticas proferidas por el gobernante israelí a los intentos alemanes de sondear a Siria para tratar de inducirla a adoptar una actitud morigeradora y constructiva. En este punto, al menos, las discrepancias entre Israel y Alemania quedan a la vista.