El “Vocho Teotihuacano” llegó a Alemania
El escarabajo de VW está recubierto con miles de piedras semipreciosas, como el jade y la obsidiana, y decorado con símbolos de la cultura teotihuacana. Actualmente se exhibe en Alemania.
Murales sobre ruedas
Este escarabajo de Volkswagen, del año 1994, está adornado con símbolos y figuras de la cultura prehispánica de Teotihuacán: muestra deidades como Quetzalcóatl (la serpiente emplumada) y Mictlantecuhtli (dios del inframundo), así como una máscara de jade.
Trabajo minucioso
En los talleres de artesanía de San Martín de las Pirámides, en las inmediaciones de la ciudad prehispánica de Teotihuacán, el escarabajo fue decorado a mano con más de 19.800 piedras semipreciosas de ocho diferentes tipos, entre ellas jade, obsidiana y cuarzo venturina.
Amor al detalle
El equipo mexicano que creó el “Vocho Teotihuacano” aplicó una técnica artesanal milenaria, que ya se usaba en la Ciudad de los Dioses. En el automóvil se pueden descubrir muchos detalles, como las pirámides del Sol y de la Luna, tunas, nopales, caracoles y la cola de una serpiente de cascabel.
Una cultura plasmada en piedra
El artesano Héctor Garnelo Navarro destacó el arduo proceso de incrustado de las piedras semipreciosas, que llevó un año y seis meses. “Estoy plasmando una cultura en algo que es tan complicado como la piedra. El pulimiento de esta piedra es lo que le da la mitad del éxito al carro”, dijo a DW.
Un peso pesado
Tras la decoración con piedra, el peso total del vehículo aumentó en 210 kilos. “Los mexicanos adoptamos el escarabajo de Volkswagen y lo bautizamos como ‘vocho’. Cualquiera que ha tenido un vocho sabe contar alguna historia agradable relacionada con este auto“, señaló el autor de la obra.
El sueño continúa
Héctor Garnelo contó que tiene la idea de crear una serie de cinco escarabajos de Volkswagen, que representen diferentes culturas prehispánicas de México: la teotihuacana, la maya, la olmeca, la tolteca y la azteca. En diciembre de 2016, espera tener listo el “Vocho Maya”.
El último viaje
El “Vocho Teotihuacano” ya se exhibió en México, por ejemplo, en el Museo del Automóvil de Puebla. Tras su presentación en la Autostadt, será llevado a Fráncfort del Meno, donde el artista pretende subastarlo. Una parte del dinero será destinado a niños mexicanos con cáncer. Además servirá para financiar la producción de los demás vochos prehispánicos.