Elecciones al Parlamento Europeo: ¿de qué se trata?
27 de mayo de 2009Las elecciones se celebran desde 1979 en cada país miembro de la Unión y los votos de 490 millones de ciudadanos europeos deciden el nombre de los diputados que durante la legislatura quinquenal los representan en el Parlamento Europeo, uno de los pilares de las políticas comunitarias –entre ellas el presupuesto- y cuya sede oficial es Estrasburgo con dependencias en Bruselas y Luxemburgo.
Europa a nivel local
Por estos días las oficinas del Parlamento están siendo desocupadas, quienes las habitaron ya empacaron sus cosas y se marcharon –o están prestos a hacerlo- a sus países de origen a adelantar la campaña que les permita regresar. Los diputados de los 27 miembros de la Unión Europea se fueron a cazar los votos que sus conciudadanos depositarán en las urnas entre el 4 y el 7 de junio (la fecha varía según el país) cuando se celebren las elecciones para el próximo periodo (2009-2014) que será el séptimo en su historia.
“Desde hace 30 años tenemos elecciones directas para el Parlamento, pero aún se conserva el orden nacional de las campañas, lo cual supone una gran desventaja pues se pierde el carácter europeo y se utilizan muchos temas de política interior en la búsqueda de votos”, dice el diputado alemán socialdemócrata Jo Leinen. Su partido, el SPD, también maneja asuntos nacionales para las elecciones europeas, pensando en las votaciones alemanas en septiembre próximo.
Sin embargo, sí que hay incipientes campañas con carácter europeo. Para ello socialdemócratas, liberales, conservadores y verdes han fundado sus propios partidos supranacionales que llevan como nombre Partido Socialdemócrata Europeo o Partido Popular Europeo, con los cuales procuran adelantar actividades conjuntas delineadas por una mesa directiva, que marca la línea política sin tener –por lo menos hasta el momento- mayor peso concreto. De todas formas la cooperación transnacional funciona; así, los liberales alemanes contarán con la visita del británico Graham Watson, jefe de la fracción liberal en el Parlamento Europeo, quien los respaldará en actos públicos.
Fuerzas repartidas
Actualmente en el Parlamento Europeo existen siete fracciones políticas. Los conservadores están en la mayoría (288 diputados) seguidos de los socialdemócratas (217) y los liberales (100), en tanto que verdes e izquierdistas alcanzan cada uno alrededor de 40 miembros, lo que a juicio de los observadores representa unas fuerzas equilibradas.
“Cuando votamos con los conservadores casi siempre ganamos. Igual ocurre cuando lo hacemos con los izquierdistas. Nosotros somos el peso que inclina la balanza: en temas de derechos humanos, derechos ciudadanos, ecología y asuntos de política exterior estamos a la izquierda; en materia económica, a la derecha. Si los dos polos opuestos están del mismo lado, nos derrotan” explica el jefe de la fracción liberal en el Parlamento Europeo, Graham Watson.
Cómo quedarán repartidas las fuerzas partidistas después de las elecciones de junio es un tema que ocupa al continente, así como también la participación ciudadana en las elecciones, que desde 1979 ha disminuido constantemente y en los últimos comicios apenas llegó al 45 por ciento.
Contra el abstencionismo
“Ha sido un desarrollo triste. No hemos logrado acercar a la gente ni a la Unión Europea ni al Parlamento. Tengo la esperanza de que lo logremos en esta campaña –más aún en vista a los grandes desafíos económicos actuales. Tenemos que hacerle comprender a los ciudadanos que Europa no podrá resolver todos los problemas, pero que sin Europa no se resolverá ninguno. Con este mensaje debemos movilizarlos a las urnas” dijo Hans-Gert Pöttering, presidente del Parlamento Europeo, quien a nombre de la democracia cristiana alemana (CDU) aspira a ser reelegido.
Por su parte, Jo Leinen estima: “según el espíritu del Tratado de Lisboa, el recién electo Parlamento debería elegir al presidente de la Comisión Europea en representación de las mayorías resultantes de los comicios. Es decir, que el presidente de la Comisión no sea elegido por propuesta de los Estados de la Unión Europea, sino que sea un producto de una elección política. Lamentablemente, el Tratado no está aún vigente. Para las elecciones del 2014 esperamos que el que el mecanismo sea aplicable, que las formaciones políticas europeas presenten a sus candidatos a la presidencia de la Comisión, que haya rostros responsables de programas concretos, que los ciudadanos puedan elegir al presidente de la Comisión Europea”.
Autor: Ruth Reichstein/Daniel Martínez
Editora: Mirra Banchón