Elecciones en Alemania: ¿quién es quién?
17 de julio de 2009¿Demasiado buena para durar? La capacidad de maniobra de la “gran coalición” del CDU y el SPD, que gobierna en Alemania desde 2005, ha sido puesta en duda en numerosas ocasiones, haciendo de los próximos comicios una oportunidad ideal para que se establezcan nuevas alianzas entre los protagonistas de la escena política germana. ¿Qué significan esas siglas? ¿Quién es quién? ¿Quién pactaría con quién, a pesar de las diferencias ideológicas? Es conveniente conocer las respuestas a esas preguntas ahora que se acercan las XVII elecciones parlamentarias . Las mismas se celebrarán el 27 de septiembre de 2009.
Desde Konrad Adenauer hasta Angela Merkel, pasando por Helmut Kohl: la Unión Cristiano Demócrata de Alemania (CDU, por sus siglas en alemán), en alianza con el partido bávaro Unión Cristiana Social (CSU), es el grupo político que durante el mayor tiempo ha visto a sus representantes ocupar el puesto de Canciller de la República Federal de Alemania. Ambos partidos son percibidos por el electorado como toldas “conservadoras”.
El “partido negro” y conservador
Después de la Segunda Guerra Mundial, las filas del CDU se engrosaron con quienes antiguamente habían votado por el Partido de Centro (Zentrum), un grupo político católico muy influyente durante el Imperio y la República de Weimar. Hoy día, el Partido Democrático Libre es su aliado ideal para armar un Gobierno de coalición.
A los miembros del CDU se les suele llamar “los negros” precisamente por su histórico nexo con Zentrum: muchos curas vestidos de negro estaban presentes en el Parlamento alemán en representación del Partido de Centro. Tradicionalmente, el CDU ha defendido ideales cristianos, pero, para no ahuyentar a potenciales electores y proteger su condición de partido popular, procura buscar el consenso en la población. De ser estrictamente necesario –como a finales de los sesenta y en 2005–, está dispuesto a crear una “gran coalición” con el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).
Rojos y socialdemócratas
Cuando el CDU no ha estado en el poder, es el SPD quien ha gobernado: Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schröder han ocupado el cargo de canciller desde la reinstauración de la democracia en Alemania. Su emblemático color rojo delata los orígenes de este partido en el movimiento de los trabajadores de la segunda mitad del siglo XIX.
El SPD, que ya era conocido con esas siglas en los tiempos de la República de Weimar, fue prohibido por los nacionalsocialistas y muchos de sus miembros fueron internados en campos de concentración. Después de la Segunda Guerra Mundial, el SPD se vio afligido por disputas ideológicas internas: en 1959, en el marco del llamado “Programa de Bad Godesberg”, el SPD decidió cambiar su perfil ideológico, dejar de ser un partido socialista de trabajadores y convertirse en un partido popular y socialdemócrata, para ampliar su base de electores.
Verdes sí, pero no solamente ecologistas
Por mucho tiempo, el SPD solamente podía escoger entre el FDP y el CDU/CSU como compañeros de coalición. Pero en la segunda mitad de la década de los ochenta, un nuevo partido entró en la escena política alemana, cuyas raíces estaban en varios movimientos cívicos: el pacifista, el feminista y el de protesta contra la energía nuclear.
Los verdes (Bündnis 90/Die Grünen), como se hicieron llamar, hicieron su debut con una agenda centrada en la necesidad de proteger el medio ambiente y de equiparar los derechos de hombres y mujeres, atrayendo la atención de un electorado con expectativas distintas de las que los partidos tradicionales prometían satisfacer en sus campañas. Con el paso del tiempo, se fueron dando acercamientos cautelosos que culminaron en coaliciones a escala local y federal. Las más sobresalientes: las alianzas de los verdes con el CDU en algunos Estados heredados y con el SPD en el Gobierno federal, durante la administración del canciller Gerhard Schröder.
Los liberales
El Partido Liberal Democrático (FDP o simplemente “los liberales”) ha perdido su posición como único fiel en la balanza entre el partido conservador y el de los socialdemócratas. Reconocible en el espectro cromático de la política alemana por su color amarillo, el FDP fue hasta la década de los noventa el socio seguro en cada coalición de gobierno. En los últimos años, su presencia en hipotéticas constelaciones de partidos con miras a las elecciones parlamentarias dio origen a coaliciones teóricas bautizadas como “el semáforo” (en donde confluyen con los socialdemócratas y los verdes) y “la bandera jamaicana” (en donde se unen a los conservadores y los verdes).
La tolda amarilla defiende la tradición del liberalismo y es muy sensible a cambios en las regulaciones que refuercen la capacidad de intervención del Estado. Por representar los intereses de los empresarios pequeños y medianos, el FDP es percibido como “el partido de los que ganan bien”.
Rojos y de izquierda
Desde hace algunos años el partido “La Izquierda” –cuyo color es rojo como el del SPD, pero es descrito como rojo oscuro para distinguirlo del de los socialdemócratas– ha venido ganando fuerza. Die Linke (así se le conoce actualmente en Alemania) surge de la fusión del Partido del Socialismo Democrático (PDS) con un grupo que se separó del SPD para montar tienda aparte (bautizado Alternativa Electoral por el Trabajo y la Justicia Social, y conocido por sus siglas en alemán, WASG).
Die Linke se promueve como “el partido del ciudadano sencillo” y defensor de un pacifismo radical, pero buena parte de los partidos establecidos lo ven con malos ojos. Eso tiene que ver, sobre todo, con el pasado de los miembros del PDS y la historia del surgimiento de ese grupo político: sus raíces se encuentran en el Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) de Alemania Oriental, cuyos miembros fundarían el PDS tras la caída del Muro de Berlín. Al PDS se le sigue echando en cara una cercanía personal e ideológica con el antiguo régimen de la Stasi (la principal organización de policía secreta e inteligencia de la República Democrática Alemana).
La extrema derecha, presente
Una gran preocupación han causado siempre los éxitos de la extrema derecha durante los comicios en Alemania. El grupo que más ha dado que hablar es el Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD), que ya en la década de los sesenta logró entrar en los parlamentos de varios Estados federados y, en los últimos años, volvió a ocupar puestos en ellos.
En 2003, el Tribunal Constitucional Federal Alemán con sede en Karslruhe detuvo el proceso para prohibir al NPD por errores procesales; pero aún hoy se sigue discutiendo sobre la manera de sacar a ese partido del juego político. Otros grupos en el margen derecho del espectro político en Alemania, como los Republicanos (REP) y la Unión del Pueblo Alemán (DVU), lograron posicionar a sus representantes en varios parlamentos regionales; pero, hasta ahora, ningún partido de extrema derecha ha conseguido votos por encima del 5 por ciento en las elecciones generales.
Autor: Klaus Dahmann
Editor: Pablo Kummetz