Elecciones en Ecuador
13 de febrero de 2013Los ecuatorianos votarán el próximo domingo (17.2.2013) para elegir al presidente y vicepresidente de la República, a los 137 diputados de la Asamblea Nacional y a sus cinco representantes en el Parlamento Andino. Una “segunda vuelta” puede tener lugar el 7 de abril si el candidato presidencial más exitoso no obtiene más del 50 por ciento de los votos o un 40 por ciento de los votos y una ventaja de 10 puntos frente a su competidor más cercano. Casi doce millones de personas podrán ejercer su derecho al sufragio en esta ocasión.
El actual mandatario, Rafael Correa, que está optando a la reelección, es el favorito de la contienda. A lo lejos lo siguen el ex director del Banco de Guayaquil Guillermo Lasso (CREO), el ex jefe de Gobierno Lucio Gutiérrez (Sociedad Patriótica), el economista Alberto Acosta (Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas), el magnate Álvaro Noboa (Partido Renovador Institucional Acción Nacional), el pastor evangélico Nelson Zavala (Partido Roldosista Ecuatoriano), el ex concejal de Quito Norman Wray (Ruptura), y el abogado Mauricio Rodas (SUMA).
No obstante, algunos analistas sostienen que los indecisos –cerca del 30 por ciento del electorado– podrían impedir la victoria de Correa en la primera vuelta o deparar otras sorpresas, como el revés sufrido por el Gobierno tras el referéndum constitucional y la consulta popular del 7 de mayo de 2011, que buscaban reformar la banca, la seguridad nacional, la Justicia, el medio ambiente y los medios. El virtual empate con que culminaron esos plebiscitos refutó las predicciones de los sondeos previos y de los hechos a boca de urna.
Correa, favorito
“No comparemos la actual intención de voto de los ecuatorianos con la que tenían de cara al referéndum de 2011”, sugiere el suizo Thomas Fischer, director del Instituto Central de Estudios Latinoamericanos (ZILAS) de la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt, Baviera. El politólogo alemán Jonas Wolff, del Instituto de Investigación para la Paz de Fráncfort (HSFK), secunda esa exhortación: “La diferencia entre las venideras elecciones y la consulta de hace dos años es que en la última se votó con un simple sí o no”, explica Wolff.
“En 2011, los adversarios de Correa no tuvieron que ponerse de acuerdo para castigarlo en las urnas; pero, en los comicios de este 17 de febrero, los votos de la oposición se dividirán entre siete candidatos. Además, muchos de los que rechazaron las reformas propuestas por el Gobierno hace dos años lo hicieron para que el presidente moderara su beligerancia y no porque lo consideraran un mal gobernante”, agrega Wolff, coincidiendo con Fischer en que Correa será reelegido para el período 2013-2017 aunque su triunfo se decida en la segunda vuelta.
“El resultado de los comicios parlamentarios es más difícil de pronosticar”, señala Fischer. A sus ojos, es posible que la entrada de nuevos grupos políticos a la Asamblea Nacional ecuatoriana le ponga obstáculos a las iniciativas legislativas de Alianza PAIS, la heterogénea coalición de partidos que apoya la ‘revolución ciudadana‘ de Correa. Cabe preguntarse si, bajo esas circunstancias, un Correa reelecto mostrará un talante más conciliador.
¿Concordia o confrontación en el Parlamento?
“La probabilidad de que los correligionarios del presidente no obtengan una mayoría absoluta en el Parlamento es alta. Si Correa es reelegido, sería bueno para la democracia local que él sostuviera un diálogo más abierto con los opositores que comparten los objetivos de su Gobierno –que los hay– y llegara a acuerdos con ellos sobre cómo alcanzar esas metas”, apunta Wolff, recordando que el candidato presidencial Alberto Acosta pasó de ser uno de los principales aliados de Correa a ser uno de los críticos más severos del mandatario.
Entre otras cosas, Acosta le atribuye a Correa gestos autoritarios, actos inconstitucionales y el empeño en supeditar la vida en la selva amazónica a la potencial rentabilidad de la minería y la explotación petrolera en esa zona. “Insisto, dialogar sería lo más conveniente. Pero si Correa gana estas elecciones y continúa teniendo la economía a su favor, lo más seguro es que se mantenga en curso de confrontación, mandando a punta de decretos y estableciendo alianzas circunstanciales para llevar las riendas del Congreso”, prevé Wolff.
Los comicios en Ecuador también generan expectativas a escala continental. ¿Qué trascendencia tiene la reelección de Correa para la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)? “Personalmente, Correa no tiene suficiente capital político para suceder al presidente venezolano, Hugo Chávez,como líder de la ALBA; pero, como país, Ecuador es muy importante para la izquierda latinoamericana en los foros regionales. Solos, Chávez y el presidente boliviano, Evo Morales, tienen poco peso en América Latina”, dice Fischer.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Claudia Herrera Pahl