España tras el lunes negro
29 de mayo de 2012El gobierno español está adoptando “todas las medidas necesarias” para reestructurar el sector bancario y reforzar la confianza de los mercados internacionales en el país, aseguró desde Bruselas Amadeu Altafaj, portavoz del comisario de Economía de la Unión Europea (UE), Olli Rehn.
No obstante, el portavoz no quiso comentar sobre la urgente necesidad de recapitalización de la nacionalizada Bankia, ni hacer pronósticos sobre si Madrid tendrá que recurrir para ello al fondo de rescate de la UE: "No tengo comentarios sobre escenarios especulativos", subrayó.
Entretanto, la bolsa española caía fuertemente. El Ibex-35 cedió este martes un 2,74 por ciento. Los mercados se muestran nerviosos por la debilidad de la banca, luego de que la casa matriz de Bankia, el cuarto mayor banco español, corrigiera sus datos financieros de 2011 e informara de pérdidas por valor de 3.300 millones de euros.
Inversores se refugian en bonos alemanes
La prima de riesgo de España subió a un nuevo récord histórico de más de 515 puntos básicos, reporta la agencia alemana dpa, desde el centro financiero de Fráncfort. Los inversores vuelven a refugiarse en los títulos alemanes, que tocaron un nuevo mínimo de casi 1,3 por ciento, mientras la rentabilidad de los bonos españoles rozaba este martes el 6,5 por ciento. Esta marca ibérica se acerca peligrosamente al 7 por ciento, tope, según expertos, para que un país pueda financiarse en el mercado de deuda sin ayuda de un rescate internacional.
En este contexto, las acciones de Bankia han bajado ya un 11,5 por ciento, mientras otros dos grandes bancos, Santander y BBVA, perdían un 2,9 y un 2,5 por ciento respectivamente. Bankia se ha convertido así en centro de la atención española, y España tiene sobre sí todas las miradas europeas. Además llueven reportes sobre la caída de las ventas minoristas, recortes adicionales que llegarían a la probable paralización del único portaviones del país y un sostenido clima de recesión relacionado con la debilidad de la industria y el deterioro del sector de la construcción y del empleo.
Al final, ¿el FEEF?
En teoría, el Gobierno español podría recurrir a un rescate del fondo europeo limitado al sector bancario. La troika de la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigiría reformas, pero estas, en teoría, se concentrarían en la reestructuración del sector bancario.
El FEEF está diseñado para conceder créditos millonarios, cuando las economías se ven imposibilitadas de financiarse en un mercado de capitales que les impone intereses muy elevados. Este ha sido el caso de las ayudas concedidas a Grecia, a cambio de un amplísimo y durísimo programa de restructuración económica y financiera. Pero el fondo prevé también la concesión de créditos especiales para el rescate del sector bancario, como fue el caso de Irlanda. ¿Por qué se niega España, entonces, a ser rescatada siquiera en esta presunta versión “ligth”?
Pida España el rescate que pida, la lectura en los mercados sería la misma: la credibilidad financiera del país caería. Y, adicionalmente, el crédito del FEEF, con sus intereses y condiciones, se sumaría a la ya considerable deuda española. Aunque, advierten los expertos, contraer tal deuda sería en este momento más económico que pagar los intereses que el mercado va imponiendo al país, por temor a que llegue al punto de no poder asumir el pago de sus deudas.
A los mercados, la situación les recuerda peligrosamente el panorama en Grecia, Portugal o Irlanda, que “aseguraron igualmente, hasta el último minuto, que podrían lograrlo sin ayuda externa”, comenta Lutz Karpowitz, experto del Commerzbank, segundo banco más importante de los hasta ahora afortunados vecinos alemanes.
Alemania, que vende sus bonos con intereses mínimos, está preocupada sin embargo por los préstamos que sus bancos han concedido en España. La cifra invertida por la banca líder, Deutsche Bank, en bonos y créditos para el sector público español ascendía en marzo a unos 1.400 millones de euros. En el sector empresarial los créditos se elevaban a más de 6.500 millones. Con la economía española, en recesión, los alemanes temen a la quiebra de las empresas y su consiguiente declaración de impago.
Autora: Rosa Muñoz Lima / dpa, reuters
Editora: Emilia Rojas Sasse