Espaldarazo para Berlín
22 de mayo de 2003Benevolente y hasta generosa se está mostrando la Unión Europea con el ministro alemán de Hacienda, Hans Eichel. A pesar de que el encargado de las finanzas germanas estremeció hace poco al país confesando que el déficit presupuestario adicional de este año volvería a exceder el 3% del Producto Interno Bruto (PIB), establecido por el pacto de estabilidad monetaria, y que tampoco cabe esperar un equilibrio presupuestario para el 2006, no hubo regaños en Bruselas. Por el contrario: el comisario de Asuntos Monetarios, Pedro Solbes, incluso tuvo palabras de elogio para el gobierno alemán, que deben haber sido como un bálsamo para el aproblemado canciller Gerhard Schröder.
Confianza en Bruselas
El programa de reformas impulsado por Berlín, conocido con el nombre de "Agenda 2010", recibió un claro espaldarazo de Solbes, quien lo calificó como "un paso positivo, que era necesario desde hace tiempo". Ahora falta pasar de los propósitos a los hechos. Eso implica llevar a cabo recortes dolorosos en materias de seguridad social, como subsidios para desempleados o prestaciones de salud, pese a la resistencia de los sindicatos y del ala izquierda del propio partido socialdemócrata, que encabeza la actual coalición de gobierno.
El comisario parece dar por hecho que los planes gubernamentales se materializarán, traduciéndose en un ahorro de 21 mil millones de euros para las arcas fiscales. De ser así, Alemania conseguiría reducir el monto de su nuevo endeudamiento en un punto porcentual, como lo demandó la Unión Europea.
El panorama europeo
Menos seguro se mostró Solbes en cuanto a que las medidas previstas resulten suficientes para sacar del atolladero financiero a los alemanes. Pero eso ya se verá. Por lo pronto, Berlín puede respirar con alivio y sin temor a recibir sanciones de Bruselas, al menos durante este año. Sin embargo, la advertencia sigue en pie. A más tardar en el 2004, Alemania tendrá que atenerse a los límites de endeudamiento previstos. Algo que también vale para otros países, como Francia.
Pedro Solbes reconoció en su informe anual que habrá que esperar hasta el 2006 o el 2007 para que los déficits estatales de Italia, Francia, Portugal y Alemania lleguen a cero. Al mismo tiempo, el documento advierte que el total del déficit del estado alemán sigue sobrepasando el límite estipulado del 60% del PIB. Para el 2003 se prevé que se eleve al 62,7% y que al año siguiente se incremente incluso al 63%. El mayor problema en esta materia lo exhibe actualmente Italia, con un déficit global del 106% del PIB. No obstante, todos podrían verse en serios aprietos si no se acometen las reestructuraciones al sistema de pensiones que recomienda enfáticamente la Comisión Europea ante un fenómeno generalizado en Europa: el progresivo envejecimiento de la población.