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España: “Cuando la política entra en la policía… ”

José Gayarre
24 de agosto de 2017

Las acusaciones cruzadas sobre la actuación de los cuerpos policiales españoles empañan la investigación tras los atentados. ¿Cómo evitar esas diferencias “regionales” ante la amenaza global del terrorismo yihadista?

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Imagen: picture-alliance/Photoshot/X. Jinquan

Aunque los modelos de seguridad interior varían en virtud del gobierno de turno, su objetivo final debería ser velar por el orden y la seguridad de los ciudadanos. En especial, ante una amenaza común. Un cometido que, en España, parece enfrentarse obstáculos poco usuales. Tras los atentados de Cataluña, la prensa y redes sociales hicieron saltar las alarmas por supuestas fricciones entre los diferentes cuerpos policiales nacionales y regionales. En especial, en lo referente al intercambio de información que dejó entrever deficiencias en materia de cooperación policial.

Compleja estructura policial

Según la legislación española, la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad dice que  las fuerzas de seguridad del Estado están integradas por los cuerpos de Policía Nacional y Guardia Civil. Ambos mandos serían los titulares de la seguridad interior, pero la misma ley también abre puertas al despliegue de otros cuerpos policiales en distintas regiones. Una cesión de competencias que se refleja especialmente en el caso de la Ertzaintza, para la Comunidad Autónoma Vasca, y los Mossos d'Esquadra, como policía autónoma catalana.

"Ambas policías autónomas tienen transferidas prácticamente todas las competencias, salvo las que son únicamente de Policía Nacional como extranjería y documentación”, explica Alfredo Perdiguero, portavoz del Sindicato Independiente de la Policía Española

En base a la ley, no debería haber demasiadas complicaciones. Pero el cruce de acusaciones por parte de los responsables publicado en la prensa los días posteriores a los atentados apunta a un tenso conflicto en cuanto a competencias.

Debido al celo entre los diferentes cuerpos, el primer problema llega por el intercambio de información: "Generalmente, la información es para el que la trabaja porque quiere solucionar el caso. Pero esto llevado al extremo puede convertirse en un problema”, explica el analista en seguridad Jofre Montoto. 

También fuentes de la Policía Nacional ponen de manifiesto este obstáculo en la cooperación: "Ha quedado demostrado que la cooperación es deficiente. En 30 años en la policía aprendí que el intercambio de información es fundamental y, cuanta más gente pueda cotejar y asumir esta información, mejor será para todos sin importar de qué cuerpo se trate”, explica Alfredo Perdiguero.

Fricciones en lucha antiterrorista

Esas supuestas deficiencias no han impedido, sin embargo, que España haya destacado últimamente por su efectividad en la lucha contra el terrorismo. "Desde que en 2015 se modificó la legislación y se acordó el nivel cuatro de alarma antiterrorista se han detenido a 186 yihadistas por adoctrinar o auto-adoctrinarse. Este es nuestro mayor rédito”, apunta el subinspector de policía.

Rueda de prensas de los Mossos D'Esquadra
Rueda de prensas de los Mossos D'EsquadraImagen: Getty Images/AFP/L. gene

Pero presumir de tales cifras de éxito no concuerda con las aparentes divergencias entre los cuerpos policiales, en parte motivadas por la tensa situación política. "Se dice que entre los cuerpos no hay problema entre los de abajo, sino que los problemas están en los puestos de arriba”, reconoce Montoto: "Pero sí existen ciertos recelos entre los cuerpos de policía españoles y catalanes, como demuestra el hecho de que la policía autónoma catalana no esté  todavía representada en el  CITCO (Centro de Investigaciones contra el Terrorismo y el Crimen Organizado)”.

Sobre la presencia de la policía catalana en este gremio, el portavoz del sindicato contradice a Montoto, desviando la responsabilidad a los representantes políticos de Cataluña. "La integración de un representante de la policía catalana en el CITCO está aprobada desde julio, pero todavía no se presentó a ningún candidato. Es una tarjeta roja para aquellos que están más preocupados por un supuesto proceso independentista que por velar por la seguridad de sus ciudadanos”.

Cuando la política entra en la policía…

En la investigación en curso, Perdiguero acusa deficiencias en la información compartida desde las filas de sus colegas catalanes. Sobre todo, pudiendo recurrir a la Policía Nacional y Guardia Civil, que destacan por su experiencia en lucha antiterrorista, y por tener una mayor base de datos y más infiltrados en las filas yihadistas. "¿Qué sentido tiene dejar de lado al resto de los cuerpos policiales?”, cuestiona al tiempo que afirma que la Policía Nacional se enteró de la identidad de los abatidos en Cambrils por la prensa. "Es un sinsentido. Hay que destacar el gran trabajo de los Mossos, pero sus dirigentes demostraron ser una policía politizada”.

Alfredo Perdiguero, del Sindicato Independiente de la Policía
Alfredo Perdiguero, del Sindicato Independiente de la Policía Imagen: privat

Jofre Montoto  coincide a la hora de defender la actuación  de los agentes durante el operativo, pero ve complicado hacer valoraciones a posteriori. "Cuando ya ha pasado todo siempre se puede decir que se podría haber hecho algo más…”, explica el analista, que considera bochornosa la tormenta de acusaciones mutuas entre los responsables. "Si hubo fallos, habrá que analizarlos. Pero no podemos estar echándonoslos en cara. Habrá que esperar a que pase el temporal y volver a trabajar para la ciudadanía. Sobre todo, los políticos y los medios de comunicación como responsables de esta tormenta”. También Perdiguero se refiere a la injerencia política: "Se ha demostrado qué cuando la política entra en la policía echa todo a perder. No se puede consentir. Hay que permitir que los policías trabajen y hagan lo que saben hacer, y que los políticos hagan lo que se supone que deben hacer”.

¿Aprender para el futuro?

Sobre un modelo de cooperación policial para España, en virtud de lo ocurrido algunas instituciones tendrán que reflexionar de cara a desarrollar estrategias más efectivas para el futuro. Si bien la actuación policial logró evitar una tragedia aún mayor, ambos expertos coinciden en que serán necesarios algunos cambios.

"El problema de las fuerzas policiales en España es que se crearon en base a una estructura centralizada y se ha ido parcheando poco a poco, con cierta desconfianza a la hora de ceder competencias a policías de otras regiones. Además, a veces han sido parches fruto de negociaciones políticas que convenían en un momento determinado”, explica Montoto. El analista apuesta por un modelo de policía más descentralizado y más cercano al ciudadano a nivel local o regional. Sin embargo, también reconoce que el momento político actual no está para experimentos.

Por su parte, Perdiguero se inclina más por estructuras más definidas con una policía central y cooperación a nivel internacional, que impulse la formación y el intercambio. "Tenemos que ser permeables y aprender con compañeros de otros cuerpos. Los terroristas aprenden con cada atentado y hay que estar preparados para el siguiente. Aprender es fundamental e imprescindible para estar al día contra un tipo de terrorismo tan difícil de prevenir y de evitar”, explica.

En su opinión, la situación generada a raíz de los atentados supondrá un punto de inflexión en la colaboración policial. Pero igualmente advierte y desconfía de la contaminación política a la hora de implantar los cambios necesarios: "Quizás haya que modificar la ley vigente, pero en el momento en que entra en juego el politiqueo, nada funciona como debería.”