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España, los pandilleros y las redes del narcotráfico

12 de enero de 2023

En España, las bandas juveniles tienen cada vez más repercusión mediática, con la consecuente alarma social. Pero ¿se relacionan de alguna manera con el narcotráfico, el mayor problema delincuencial del país?

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Primer plano de dos manos: la derecha con dos dedos apuntando en forma de pistola y la izquierda con una gran cicatriz transversal.
Las pandillas tienen gran repercusión mediática y generan alarma social en España.Imagen: picture alliance/ZUMAPRES

¿Hay cada vez más pandilleros en España? Los números varían según las fuentes, pero lo que sí hay es más ruido mediático alrededor de las bandas juveniles.  Eso no quiere necesariamente decir que esté en aumento el fenómeno que tuvo su origen en Estados Unidos y Latinoamérica, pero que en España ya no tiene nacionalidad.

Los miembros de las bandas son jóvenes de entornos urbanos, vinculados con estructuras que defienden un territorio y apuntalan su identidad, a la vez que promueven unas conductas determinadas. Marginalidad, venganza y criminalidad son términos que asociamos tradicionalmente con las bandas, también llamadas maras, gangs, clicas o pandillas. La violencia entre pandilleros tiene resultados dramáticos para sus miembros y provoca gran repercusión mediática y una enorme alarma social

El narcotráfico, problema delincuencial número uno

¿Es tan fiero el león como lo pintan? En realidad, el problema delincuencial número uno en España es el narcotráfico, y aquí sí hay cifras oficiales, las del Ministerio del Interior, que demuestran que es un fenómeno en claro aumento.

"España es el país, junto con Holanda y Bélgica, donde más droga se mueve, la puerta de entrada del hachís en Europa, y una de las puertas de entrada de la cocaína con dos puntos principales" , dice a DW Nacho Carretero, autor del libro Fariña: Historia e indiscreciones del narcotráfico en Galicia.

Carretero explica que esos puntos son Galicia, con una larguísima tradición de introducción de cocaína, y Andalucía, en especial la zona del Estrecho de Gibraltar, por donde entra una enorme cantidad de cocaína, especialmente por el puerto de Algeciras, y hachís, desde Marruecos. 

El enclave geográfico, el clima y las extensas colonias de europeos residentes convierten a España en el lugar perfecto para las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico. "Se trata de estructuras de narcos y narcotransportistas, tanto locales —gallegos y andaluces—, como bandas de todo el mundo instaladas en España: rusos, italianos, serbios, bandas magrebíes de Holanda y Bélgica, bandas inglesas, mafia irlandesa…. Todos están aquí, y se dedican al tráfico de droga", prosigue Nacho Carretero.

Posible menudeo, pero no tráfico a gran escala

¿Encajan las pandillas en estas redes? ¿Tienen algo que ver las bandas juveniles con el narcotráfico?  "A día de hoy, no hay evidencias de una conexión estructural entre bandas juveniles y narcotráfico en España, más allá de algún caso particular o individual", asegura el antropólogo Carles Feixa, experto en pandillas.

Nacho Carretero coincide con él, y agrega que, aunque "estas bandas acaban menudeando y trapicheando en la calle lo que las redes de narcotraficantes introducen en España, no son un brazo logístico de estos grupos, como pudiera suceder en Latinoamérica y, ni mucho menos, son bandas mafiosas que se estructuran como los propios narcos, como puede pasar en Centroamérica". 

La mano dura puede ser contraproducente

Sin embargo, lo que hoy todavía es un problema delincuencial relativamente menor, puede empeorar en los próximos años. Y el narcotráfico no está tan lejos de las pandillas, sobre todo después de las detenciones masivas de los últimos meses en Madrid, cifradas en más de 1.500 por el Ministerio del Interior.

Así lo advierte el antropólogo Carles Feixa: "Todos sabemos que la cárcel es la universidad de la criminalidad organizada. Poner a tantos jóvenes en contacto con delincuentes profesionales y cerrarles otras puertas de inclusión social y laboral puede generar un vinculo más estrecho entre bandas y narcotráfico. Es lo que pasó en Estados Unidos en los años de 1970 y en Ecuador en la última década. Por supuesto, nunca se llegará a esos extremos, pero a veces la 'mano dura' produce el efecto contrario del que persigue".

(rml)