Espionaje: una zona gris
20 de enero de 2006Desde hace semanas los servicios secretos alemanes se encuentran en el ojo del huracán. Lo que la opinión pública alemana y sobre todo, los partidos en la oposición se preguntan es ¿qué sabían los agentes alemanes sobre los secuestros de la CIA, las prácticas de tortura durante la guerra en Irak? ¿Que sabía y cuál fue el papel del gobierno alemán, entonces bajo el socialdemócrata Gerhard Schröder?
Gracias a su postura antibélica, Schröder ganó su reelección en el 2002. Después de gritar a los cuatro vientos "Alemania no está para aventuras", Schröder precisó después de las elecciones la postura alemana afirmando que no habría una participación "activa" en la guerra en Irak por parte de Alemania.
Objetivos de los bombardeos
Ahora se sabe que los servicios secretos alemanes, BND, enviaron a Bagdad a dos agentes con la bendición del actual ministro del Exterior, Frank Walter Steinmeier, entonces jefe de la cancillería y también con el visto bueno del entonces ministro del Exterior, el verde Joschka Fischer. El diario alemán Süddeutsche Zeitung y el investigativo programa televisivo Panorama, de la cadena pública ARD, revelaron el 12 de enero pasado que dichos agentes pasaban información militar a Estados Unidos. Dicha información fue utilizada para elegir los objetivos de los bombardeos y tenía tal valor para la estrategia militar estadounidense que incluso los agentes recibieron una orden al mérito por parte del Pentágono.
Armas biológicas
También ha trascendido que los servicios secretos alemanes tenían un informante iraquí en el exilio, quien sostenía que Sadam Husein poseía laboratorios móviles para la producción de armas biológicas. Pese a que los agentes constataron que dicha información era falsa, lo que comunicaron a los estadounidenses, se ha filtrado que la información del iraquí sirvió de base para la espectacular alocución del secretario de Estado Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de la ONU en febrero del 2003, en la que aseguró que Sadam poseía armas de destrucción masiva.
El Parlamento alemán fue el escenario de un acalorado debate sobre el papel de los servicios secretos durante la guerra de Irak y sobre la creación de una comisión de investigación parlamentaria. Algo que rechazó categóricamente el ministro del Exterior, Frank Walter Steinmeier argumentando que eso pondría en tela de juicio la postura antibélica de Berlín. Steinmeier dijo que los dos espías implicados no hicieron nada incorrecto y exhortó a los partidos de oposición a retirar su petición que dañaría el trabajo de los servicios secretos y daría ímpetu a los sentimientos anti-estadounidenses.
Verdes vs. Liberales
Los partidos en la oposición, los Verdes, los Liberales (FDP) y el Partido de Izquierda propusieron la creación de una comisión parlamentaria para que investigue el papel de los agentes, sin embargo incluso entre la oposición hay desacuerdo. Los Verdes temen que el escándalo acabe salpicando a Fischer, mientras que los Liberales encabezados por su líder, Guido Westerwelle, se alegrarían de ver empantanado al emblemático ex líder de los Verdes, eterno rival de los liberales. Sólo el Partido de Izquierda, que formuló la solicitud de investigación, se mantiene resuelto. El problema parece atascarse, pues para crear una comisión parlamentaria es necesario el respaldo de por lo menos una cuarta parte de los diputados del Parlamento.
Como dijo Condoleezza Rice durante su reciente y difícil viaje a Europa: "ninguna democracia es perfecta". El ex presidente del BND, Hansjörg Geiger, es citado por la prensa alemana. "El control estatal no funciona", dice.