¿Espía el gobierno mexicano a periodistas y activistas?
21 de junio de 2017Esta semana (19.06.2017), el periódico The New York Times publicó un artículo titulado "Usando textos como señuelos: software gubernamental apunta a periodistas mexicanos y sus familias" , que causó revuelo a nivel internacional.
De acuerdo con el medio estadounidense, periodistas, abogados de derechos humanos y activistas anticorrupción habrían sido espiados a través de un sofisticado software de espionaje, que el Gobierno del país latinoamericano adquirió para combatir el crimen organizado y el terrorismo.
Lea también:
-Fiscalía mexicana investigará supuesto espionaje del Gobierno a periodistas
-Periodismo: amenzas reales en la era virtual
-Narconovelas: plata, plomo y... ¿prohibición?
Mensajes de texto con un enlace infeccioso
Con ayuda del spyware Pegaso, un producto de la empresa israelí NSO Group, los teléfonos inteligentes de las víctimas fueron infectadas con un virus que permite acceder a todas las informaciones del celular: la ubicación, los contactos, grabaciones de llamadas, correos electrónicos y mensajes de chat. Asimismo permite manipular la cámara y el micrófono.
En el caso de México, varias personas habrían recibido mensajes de texto con un enlace infeccioso, entre ellas, la famosa periodista crítica con el gobierno Carmen Aristegui, abogados de la organización de derechos humanos Centro Prodh, que investigan el caso de los 43 estudiantes desaparecidos, así como activistas que impulsaron una ley anticorrupción.
Gobierno mexicano rechaza acusaciones
Ciberexpertos del laboratorio Cotizen, de la Universidad de Toronto, comprobaron rastros del software de espionaje en los respectivos teléfonos. Sin embargo, Pegaso fue desarrollado de tal forma que no permite rastrear al hacker. Tampoco la empresa NSO Group puede averiguar quién está detrás de los ataques.
Por consiguiente no hay pruebas claras de que el Gobierno mexicano sea el responsable del espionaje. Estas acusaciones fueron rechazadas claramente por las autoridades. No obstante, el software solo se vende a gobiernos y la tecnología solo puede ser usada por aquellas agencias gubernamentales, donde ha sido instalada. Esto dificulta considerablemente el trabajo de cibercriminales.
Espionaje: una práctica "común"
La periodista mexicana Norma Trujillo, de visita en el Global Media Forum, no se muestra sorprendida ante el escándalo de espionaje: "Se trata de una estrategia común del Gobierno mexicano".
También Luis Fernando García, director de R3D (Red en Defensa de los Derechos Digitales), menciona otros casos recientes de espionaje y habla de "un ataque sistemático en contra de la sociedad civil en México."
Según investigaciones de R3D , el país latinoamericano es "el mayor comprador del malware Galileo de la empresa italiana Hacking Team, incluyendo gobiernos locales sin facultades para intervenir comunicaciones privadas."
Hackers al servicio del gobierno
En el estado de Veracruz, donde Trujillo trabaja para el periódico La Jornada, unas 2.000 personas dentro de la nómina gubernamental se dedican a la vigilancia cibernética. "Es común que tengas el teléfono monitoreado, que te estén siguiendo a través de las redes sociales o incluso que te manden mensajes electrónicos a tus bandejas", dice en entrevista con DW.
La periodista conoce casos de colegas que han sido víctimas de campañas de difamación orquestadas en la red. Por experiencia propia sabe que hackers también borran de las computadoras de comunicadores información sensible y datos, que son relevantes para investigaciones periodísticas y policiales.
Autor: Viola Traeder (PK)