Espías bajo una lupa opaca
18 de enero de 2006El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Walter Steinmeier, declaró durante 50 minutos ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento alemán. Luego partió de viaje a Egipto, sin decir palabra. Sólo antes de su comparecencia habló con la prensa, sin plantear nada nuevo. "Nos opusimos a la guerra contra Irak por buenas razones y también hubo buenos motivos para dejar a dos agentes del BND (servicio de inteligencia) en ese país, para obtener información independiente de las partes en conflicto", indicó, subrayando que sigue piensa que se hizo lo correcto.
Pocas novedades
Al término de la sesión se supo que Steinmeier no había dicho prácticamente nada sobre el caso de los espías alemanes que permanecieron en Irak durante la intervención militar encabezada por Estados Unidos. Pero el ministro de Relaciones Exteriores tendrá que volver a dar explicaciones el viernes, cuando el tema sea debatido en el Bundestag. Por ahora hubo que conformarse con interrogar a los agentes en cuestión, en una sesión secreta, se entiende.
El escándalo que amenaza con estallar se basa en la acusación de que ambos agentes habrían entregado a los estadounidenses importantes informaciones, en principio destinadas solamente a la central de inteligencia alemana, o incluso datos sobre blancos para bombardear. Eso equivaldría a una participación indirecta en una guerra que el gobierno del canciller Gerhard Schröder rechazaba tajantemente.
Desmentidos oficiales
Steinmeier desmiente en forma vehemente tales acusaciones. También lo hace el presidente del BND, Hans Uhrlau. Este último admitió, sin embargo, que se indicaron a los estadounidenses blancos que no debían ser atacados.
Ahora la oposición alemana ha acordado encargar la investigación del asunto a una comisión parlamentaria. Sólo falta que los liberales, los verdes y la izquierda concuerden en una línea común para solicitar formalmente su creación. Y eso no es tan sencillo. Mientras los ecologistas desearían una investigación ceñida a este caso concreto, los liberales esperan que abarque un campo mucho más amplio e incluya, por ejemplo, el tema de los transportes realizados por la CIA a través de aeropuertos alemanes y europeos.