“Estado Islámico”, prohibido en Alemania

“La organización terrorista ‘Estado Islámico' es una amenaza también para la seguridad pública en Alemania. Ahora hacemos frente a esa amenaza con decisión”. Con estas palabras anunció el ministro del Interior germano, Thomas de Maizière, la prohibición del grupo “Estado Islámico” (EI) en Alemania. El ministro subrayó que Alemania es una democracia dispuesta a defenderse, en la que no hay cabida para una organización contraria al orden libertario del país.

En Alemania no existe ninguna asociación que lleve el nombre de “Estado Islámico”. No obstante, es considerada una organización extranjera y puede ser proscrita de acuerdo con la legislación germana. En consecuencia, queda también prohibido hacer propaganda para el “EI”, al igual que recolectar dinero o materiales para este, lo cual constituye, a partir de ahora, un delito.

Símbolos prohibidos

La prohibición abarca cualquier tipo de participación en la organización, ya sea en las redes sociales o en manifestaciones. Toda utilización de símbolos del “Estado Islámico” queda prohibida con efecto inmediato. Eso vale en especial para la bandera negra con inscripciones árabes, que reproduce el inicio de la profesión de fe islámica.

Esa expresión de fe, en sí, no está lógicamente sujeta a la prohibición, y también la utilizan organizaciones musulmanas legítimas. Pero “Estado Islámico” recurre a una grafía antigua, que intenta dar la impresión de ser especialmente auténtica. Solo queda proscrita esa bandera negra del “Estado Islámico”, que suelen portar sus combatientes y que aparece una y otra vez en fotografías y videos propagandísticos.

Yihadistas alemanes

Hasta ahora, dichos símbolos podían exhibirse públicamente en Alemania y se los veía reiteradamente en manifestaciones salafistas. “Hay que impedir que islamistas radicales traigan su yihad a las ciudades alemanas”, dijo De Maizère, añadiendo que se debe procurar también que no haya alemanes combatiendo en las filas del “Estado Islámico”.

De acuerdo con estimaciones de los organismos de seguridad, más de 400 personas procedentes de Alemania –en su mayoría hombres, pero también algunas mujeres- se han enrolado en las filas del EI. Cerca de un centenar ha regresado al país, según el ministro del Interior. Algunos vuelven desilusionados, pero otros lo hacen con el propósito de seguir reclutando adeptos. Se calcula que cerca de 40 combatientes alemanes han muerto ya en Irak.

La mayoría de los seguidores del EI en Alemania llegan a la organización a través de Internet. Con videos y textos, presentados también en idioma alemán, los extremistas intentan captar la simpatía de inmigrantes musulmanes radicalizados y también de alemanes convertidos. Según los entendidos, se trata sobre todo de jóvenes que viven marginalizados de la sociedad, disponen de bajos niveles de educación y se sienten incomprendidos.