Estado vs. Religión
11 de febrero de 2004Francia fue y es la pionera de la separación entre la Iglesia y el Estado. El concepto del estado laico entró en vigor por primera vez en el país galo en tiempos de Napoleón. El emperador francés se ocupó en 1802 de hacer desaparecer al Estado católico, tan protegido por las dinastías reales anteriores, a costa de judíos, musulmanes y otras religiones. Desde entonces fueron los funcionarios los encargados de las labores tradicionales de la iglesia como la declaración de defunción, el matrimonio o el acta de nacimiento. En 1905, el poder legislativo francés confirmó definitivamente la separación, privando a la iglesia católica de la financiación pública.
El debate sobre el estado laico reapareció de nuevo hace algunos meses en muchos países de Europa central cuando el presidente de la República Francesa propuso la prohibición de símbolos religiosos en las escuelas del país. La discusión traspasó fronteras y contagió a países vecinos como Bélgica y Alemania.
Unanimidad contra el culto
Haciendo honor a la tradición de pioneros del laicismo, la propuesta prevaleció a pesar de la oposición de los grupos sociales afectados, consiguiendo una amplia mayoría. Los grupos parlamentarios de centro se unieron en la votación y aprobaron la ley casi por unanimidad. Tan sólo los verdes y los comunistas rechazaron la propuesta, alegando que favorecía la discriminación de los cinco millones de musulmanes que viven actualmente en Francia. La ley entrará en vigor el próximo año escolar y prohibe todo símbolo religioso "ostentoso", incluidos el Kipot judío y los grandes crucifijos.
Los grupos islámicos que se oponen a la prohibición reaccionaron considerando la ley como una ofensa a su libertad cultural y religiosa. Los representantes religiosos manifestaron sus temores de que los más afectados sean los jóvenes, que tendrán problemas a la hora de integrarse en la sociedad francesa.
La conferencia episcopal francesa apoyó también las críticas a la ley calificándola de superficial. La iglesia católica mostró sus temores de que dichas medidas conduzcan al aumento de las tensiones entre los distintos grupos, en vez de favorecer la integración.
La prohibición se extiende
Entre tanto, en Alemania la discusión se está extrapolando a todos los estados desde que el Tribunal Constitucional les delegó la competencia de prohibir o no los símbolos religiosos. Exactamente el mismo día en el que la ley se aprobaba en Francia, la conferencia de obispos de Baden Württemberg se sumó a la cruzada de los políticos regionales y recomendó la prohibición del velo islámico, alegando que llevarlo islámico no respeta los valores constitucionales.
En Renania del Norte-Westfalia, algunos grupos políticos iniciaron acciones para intentar legitimar la prohibición. El grupo del Partido Socialdemócrata (SPD) pidió a un experto la elaboración de un informe. El profesor de Derecho Ulrich Battis recomendó en su dictamen la prohibición del velo islámico. La recomendación del jurista rige para todos, salvo en casos individuales en los que no perjudique la convivencia escolar.