Estados Unidos busca un nuevo comienzo con Cuba
18 de abril de 2009Fue la presidenta argentina, Cristina Fernández, la que introdujo sin ambages el tema cubano al reclamar, en su discurso de apertura, el fin del embargo norteamericano a la mayor de las Antillas. Próximo a ella, entre los demás 33 mandatarios citados a la Cumbre, escuchaba el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Por su parte, Hugo Chávez y sus pares de Bolivia y Nicaragua venían de reunirse en Cumaná, Venezuela, con el presidente cubano Raúl Castro en una nueva Cumbre de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Allí, la ausencia de la isla en el encuentro trinitense fue declarada abiertamente como "injustificable", lo que llevó a los congregados a anunciar su veto a la Declaración de Trinidad.
Latinoamericanos por Cuba
La advertencia causó revuelo en Puerto España y, antes de que comenzara oficialmente la cumbre, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, afirmó que planteará a la Asamblea General del organismo derogar la resolución de 1962 que suspendió a Cuba.
De todos modos, Obama no se inmutó con las alusiones de sus colegas y, a su turno, se enfrentó directamente al espinoso asunto, prometiendo un "nuevo comienzo" con Cuba para mover las relaciones bilaterales en una "nueva dirección" y un trato de "igual a igual" a América Latina.
Su alocución provocó numerosos aplausos en la audiencia latinoamericana, una escena escasamente vista durante el gobierno de su predecesor en la Casa Blanca, George W. Bush. El nuevo mandatario norteamericano aseguró además estar "preparado" para discutir con La Habana una amplia agenda, respondiendo así de frente a las palabras del jueves de Raúl Castro, quien había dicho estar dispuesto a "discutirlo todo", incluidos temas como los derechos humanos, libertad de prensa o presos políticos.
Un largo camino por delante
"Estados Unidos busca un nuevo comienzo con Cuba. Sé que tenemos por delante un largo camino para superar décadas de desconfianza, pero hay medidas cruciales que podemos tomar de cara a un nuevo día", replicó Obama.
"Estoy preparado para que mi administración trate con el gobierno cubano sobre un amplio abanico de temas, desde las drogas, la migración y asuntos económicos hasta los derechos humanos, la libertad de expresión y la reforma democrática", enfatizó, a la par que dijo haber tomado nota de los "numerosos comentarios" de otros mandatarios regionales sobre Cuba y la política de Estados Unidos durante la ceremonia inaugural de la cumbre.
¿Y la crisis económica?
Según reveló tras la ceremonia el propio Chávez, Obama se acercó a él para estrecharle la mano, y ambos tuvieron un breve encuentro que sirvió para que el presidente venezolano bajara varios grados su agresivo discurso contra el "imperio". Por delante de los mandatarios del hemisferio quedan dos intensos días de sesiones conjuntas, además de varios encuentros entre Obama y los grupos regionales como UNASUR y Centroamérica.
Tras el intenso inicio de la cumbre, queda claro que Cuba será una de las constantes de las conversaciones. La incógnita está en ver si la nueva dialéctica estadounidense consigue aplacar los ánimos y dejar que otros temas urgentes del encuentro, como la crisis económica o los problemas regionales de seguridad, también encuentren un hueco en el apretado programa de los mandatarios hemisféricos.
Autor:JOV/dpa/afp/reuters
Editora: Emilia Rojas