EE.UU. pone fecha a la construcción del muro fronterizo
14 de junio de 2017La construcción del controvertido muro en la frontera entre Estados Unidos y México con el que el presidente estadounidense Donald Trump quiere frenar la entrada de inmigración ilegal en su país comenzará en marzo o abril del año que viene. La fecha la avanzó ayer (13.06.2017) la jefa interina de la Patrulla Fronteriza, Carla Provost, durante una audiencia ante el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes. "Si trabajamos diligentemente, si recibimos los fondos, estaremos en disposición de comenzar en marzo o en abril de 2018", manifestó Provost.
Como zonas prioritarias para levantar la barrera fijó la de San Diego, en California, donde existe una valla "anticuada", y la del Valle del Río Grande, en el estado de Texas. La alta funcionaria de la Patrulla Fronteriza admitió que hay lugares en los que la frontera natural existente excluye la necesidad de levantar el muro. Aun antes de erigirse, ya está sirviendo como disuasión para los inmigrantes ilegales, cuyo número ha descendido.
Los 'coyotes' elevan sus tarifas
En enero fueron aprehendidos 43.000 inmigrantes en toda la frontera con México, de 3.185 kilómetros, en febrero menos de 24.000 y en marzo la cifra no llegó a 17.000, cuando en el verano de 2014 se habían alcanzado récords de 60.000 personas al mes.
En el centro de atención de Cáritas en la ciudad de McAllen (Texas), dirigido por la hermana Norma Pimentel, por ejemplo, "la caída ha sido increíble: no llegan más de una o dos familias al día". "Con un muro será mucho más difícil cruzar y los inmigrantes tendrán que recurrir a las mafias para poder llegar a Estados Unidos. Ya estamos viendo cómo las tarifas de los 'coyotes' se han duplicado en algunos puntos", dijo a Efe Madeleine Penman, investigadora sobre inmigración de AI. Según datos oficiales, esas tarifas habrían aumentado un 130%, de 3.500 a 8.000 dólares por un inmigrante de México a Estados Unidos.
Participación en conferencia organizada por Estados Unidos
Este jueves y viernes, la "Conferencia para la prosperidad y la seguridad en Centroamérica" en Miami (Florida) estará presidida por los gobiernos de México y Estados Unidos. El hecho de que México copresida la cumbre ha sido entendido como un éxito por el Gobierno de Donald Trump, cuyos portavoces han insistido en un mismo mensaje en las últimas semanas: México es un socio crucial y debe liderar con Estados Unidos el progreso de Centroamérica para acabar con la inmigración irregular y el narcotráfico. Como consecuencia del "Plan Frontera Sur" que el gobierno de Peña Nieto adoptó en 2014 para frenar la inmigración centroamericana, México deporta ya a más inmigrantes que Estados Unidos, según datos oficiales.
Según Julio Lainez, analista especializado en Centroamérica y asesor de política exterior durante ocho años para el exlíder de la minoría demócrata en el Senado Harry Reid, México se ha implicado en la cumbre para tratar de mantener una buena relación con el Gobierno de Trump y, sobre todo, para lograr unos términos favorables en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
LGC (dpa/EFE)