¿Ha disuelto Irán su policía de la moral?
5 de diciembre de 2022El pasado 3 diciembre por la noche, el fiscal general iraní, Mohammad Jafar Montazeri, dijo en una conferencia que la "policía de la moral" de Irán no tiene "nada que ver con el departamento de Justicia" y ha sido "clausurada por quienes la crearon".
Sus declaraciones fueron difundidas por la agencia estatal de noticias ISNA, y crearon la impresión de que la República Islámica estaba respondiendo a la enorme presión pública tras meses de protestas antigubernamentales desencadenadas por la muerte de la joven kurda, Jina Mahsa Amini.
Sin embargo, la cadena estatal iraní Al-Alam afirmó que las declaraciones de Montazeri se habían "sacado de contexto", y que el departamento de justicia de Irán "seguiría vigilando el comportamiento público". Irán "no tiene una 'policía de la moral', sino una 'policía de la seguridad pública', y el departamento de justicia no tiene planes de abolirla, ni dará un paso en esta dirección", reiteraron medios oficialistas sobre lo que, según ellos, dijo realmente Montazeri.
La activista iraní por los derechos de las mujeres Mahdieh Golroo le dijo a DW que las declaraciones de Montazeri representaban una táctica de la estrategia informativa de la República Islámica. "Primero afirman algo y atraen a los medios de comunicación para suscitar esperanzas de que el régimen es capaz de aprender y reformarse", analiza esta activista exiliada en Suecia.
La red de "espías de la moralidad" de Irán
Aun si la "policía de la moral" fuera ostensiblemente clausurada, "otro grupo podría asumir esta tarea de controlar a las mujeres en público". Los medios de comunicación iraníes han informado desde entonces de controles más estrictos sobre los códigos de vestimenta, especialmente el hiyab, llevados a cabo por la organización, cuyo nombre en farsi se traduce como oficina para "ordenar el bien y prohibir el mal".
Esta organización opera en paralelo a la "policía de la moral". Fue fundada en 1993, está dirigida por un clérigo de Teherán y depende de la financiación estatal para llevar a cabo su labor. Sus brigadas son, en su mayoría, voluntarios que suministran información sobre presuntas infracciones de las normas de "moralidad" a una de las 500 oficinas repartidas por todo Irán.
Infracciones contra la "moralidad"
Las historias de infracciones de la "moralidad" llegan a las agencias de noticias favorables al régimen, como Tasnim News, que publicó recientemente una noticia sobre "una vendedora de entradas en un parque infantil cubierto de Teherán que no [llevaba] un pañuelo en la cabeza. Como consecuencia, el parque infantil cubierto fue cerrado".
Historias como esta son un ejemplo de las consecuencias a las que se enfrentan las empresas e instituciones si las mujeres que trabajan en ellas no llevan el hiyab, como ordena la ley islámica. Un caso denunciado la semana pasada en la provincia de Qom, al sur de Teherán, fue el del director de un banco despedido por atender a una mujer que no llevaba velo.
El secretario de esta organización, Mohammad Saleh Hashemi Golpayegani, cree que la "policía de la moral" , que puede ser fotografiada o grabada por los ciudadanos durante la detención de mujeres, es contraproducente.
En una declaración efectuada tras la muerte bajo custodia de Jina Mahsa Amini, Golpayegani sugirió que, en lugar de utilizar brigadas antivicio para hacer cumplir los "códigos de moralidad", la Policía debería contar con el apoyo voluntario de la "población de confianza". Según Golpayegani, su organización debiera recibir más fondos, y afirma que tres millones de ciudadanos están dispuestos a apoyarla.
(jov/ms)