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Eurolandia teme por su estabilidad

7 de marzo de 2003

En un entorno económico hostil y lleno de incertidumbres, las autoridades económicas europeas debaten sobre el pilar de la estabilidad del euro.

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Pedro Solbes ante el desafío de impulsar a la economía europea sin que el euro sufra.Imagen: AP

A menos de dos semanas de la cumbre de primavera del Consejo Europeo, los ministros de finanzas de la Unión Europea (UE) debaten la vía para garantizar que la moneda única, el euro, no pierda estabilidad sin que esta meta amenace al ansiado nuevo impulso para la economía europea.

Francia en el banquillo

La estabilidad monetaria no es un tema trivial y las autoridades no se detienen ante países de gran peso político. Así, la Comisión Europea podría abrir un procedimiento de déficit excesivo contra Francia, luego de que el ministro galo de Economía y Finanzas, Francis Mer, anunaciara que el déficit fiscal de ese país alcanzó 3,04% en 2002, pudiendo llegar este año a 3,4%. El Pacto de Estabilidad suscrito por los 12 países de la UE que adoptaron el euro como su moneda, limita el déficit a 3%.

Der Euro kommt bald
La amenaza para el euro: un décficit presupuestario superior a 3% del PIB.Imagen: AP

El comisario europeo de Economía y Asuntos Monetarios, Pedro Solbes informó que en este contexto la Comisión podría abrir el procedimiento de infracción contra Francia, al igual que se ha hecho contra Alemania y, anteriormente, contra Portugal. A pesar de que las autoridades francesas defendieron en las últimas semanas la necesidad de aumentar el gasto público para mantener aceitada su maquinaria económica, Mer garantizó sus esfuerzos para volver a la senda del Pacto de Estabilidad en 2004.

La ayuda de la Comisión Europea

En medio de este debate llegó una buena noticia de la boca de la Comisaria Europea para el presupuesto de la UE, Michaele Schrezer. Ante un gasto inferior al previsto durante el 2002 por unos 7.000 millones de euros, los miembros deberán aportar menos dinero a las arcas comunitarias en el año en curso, liberadndo así por la puerta trasera mayores recursos para el gasto público al interior de sus países. Es una medida que muchos expertos recomiendan de cara a la ausencia de claros impulsos en la demanda global.

Por lo tanto la atención se dirige a la cumbre europea del 20 de marzo, donde la propuesta de combinar la política de estabilidad con medidas de crecimiento, fomrulada por Alemania, Francia y Gran Bretaña, se ha ganado la aprobación de las demás autoridades financieras de la UE.

¿Un Pacto demasiado rígido?

En líneas generales se trata de suavizar los criterios de estabilidad monetaria en situaciones de debilidad coyuntural, como la que se viene viviendo desde hace más de un año, marcada por un débil crecimiento económico y elevados precios de petróleo.

Como recordó Solbes, el Pacto establece que un país que supere el techo del 3 por ciento debe retornar por debajo del umbral al año siguiente de lanzado el procedimiento. Esto establecería el año 2004 como fecha límite para Francia. Por lo tanto, el debate se centra ahora en extender este plazo, posiblemente hasta el 2006.

Pero al ampliar de entrada esta reglamentación se le estaría dando indirectamente la razón a quienes critican la unión de la política fiscal, el gasto y las recaudaciones a nivel nacional, al dictado de Bruselas. Los economistas liberales opinan que el Pacto "ata las manos" a soluciones más cercanas al mercado. Se reiteran por lo tanto posturas conocidas, como incentivos fiscales para impulsar inversiones privadas y así el empleo y el crecimiento económico.

El desafío político para la Comisión Europea radica por lo tanto en liberar un mayor potencial económico sin perder la credibilidad en su compromiso para garantizar la estabilidad del euro.