Europa vota, ¿y después?
9 de junio de 2024Desde el jueves, los europeos eligen por décima vez un nuevo Parlamento de la Unión Europea (UE). Alrededor de 360 millones de votantes elegirán a 720 eurodiputados de los 27 Estados miembros de la UE. Aunque algunos Estados ya han votado, como Países Bajos e Irlanda, el domingo es el día decisivo de las elecciones, en el que una veintena de países votarán las políticas de los próximos cinco años.
Cada país de la Unión Europea tiene derecho a un determinado número de eurodiputados, en función de su tamaño, pero no estrictamente proporcional a su población. Como Estado miembro más poblado, Alemania está representada por 96 eurodiputados. Los Estados miembros más pequeños, como Malta, Luxemburgo y Chipre, envían seis representantes cada uno. Los demás Estados se sitúan en un término medio.
¿Qué temas preocupan a los europeos?
El mantenimiento de la paz, la seguridad social y la inmigración son los tres temas más importantes para los alemanes en estas elecciones europeas, según el sondeo de ARD Deutschlandtrend de finales de mayo. A nivel de la UE, los europeos consideran que la lucha contra la pobreza y la asistencia sanitaria son los temas electorales más importantes. Le siguen el fomento de la economía, la creación de nuevos puestos de trabajo y la política de seguridad y defensa de la UE, según un Eurobarómetro de abril.
Las tareas más importantes del Parlamento Europeo
En muchos ámbitos, como la protección del medio ambiente, la política migratoria y la política económica, el Parlamento de la UE es uno de los dos legisladores. Los eurodiputados deben aprobar siempre las nuevas leyes de la UE junto con el Consejo de la Unión Europea, que representa a los 27 Estados miembros. En otros ámbitos, como la política de seguridad y defensa, el Parlamento sólo es informado y consultado. Por regla general, no puede proponer legislación; ésta es tarea de la Comisión Europea.
En la encuesta del Eurobarómetro, más del 70% de los europeos afirmaron que la UE influye en su vida cotidiana. Sin embargo, la participación en estas elecciones es tradicionalmente baja. En 2019, volvió a superar la marca del 50% después de mucho tiempo. En el caso de Alemania, superó el 61%.
Tras las elecciones, todo gira en torno a los altos cargos
Una semana después de las elecciones, el 17 de junio, los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reunirán en el Consejo Europeo de Bruselas. Su objetivo: cubrir los altos cargos, incluido el Presidente de la Comisión Europea. Los Tratados de la UE estipulan que esta cumbre designa a los candidatos.
En general, se aplica el "principio Spitzenkandidaten", según el cual el partido más votado asume la jefatura de la Comisión de la UE. Si los jefes de Estado y de Gobierno siguieran este sistema, Ursula von der Leyen, actual titular y candidata del Partido Popular Europeo (PPE), tendría las mejores posibilidades según los resultados de las últimas encuestas. Sin embargo, tras las elecciones europeas de 2019, en las que von der Leyen accedió al cargo, los jefes de Estado no aplicaron este principio. El futuro Presidente de la Comisión será elegido entonces por el Parlamento de la UE mediante mayoría simple.
El regateo ya comenzó
Y el regateo por esta mayoría hace tiempo que empezó en Bruselas. Ursula von der Leyen declaró en un debate televisivo que trabajaría con los eurodiputados que estuvieran claramente a favor de Europa y del Estado de Derecho, y que apoyaran a Ucrania. Entre ellos incluyó a la jefa del Gobierno italiano, la populista de derecha Giorgia Meloni. Sin embargo, descartó la cooperación con el «Rassemblement National» francés, el partido nacionalista de derecha de Marine Le Pen.
Los partidos de estas dos mujeres pertenecían a familias políticas diferentes. Los ultraderechistas italianos de Meloni pertenecen al grupo ECR (Conservadores y Reformistas Europeos) y el partido de Le Pen al grupo derechista ID (Identidad y Democracia). El acercamiento a la derecha no está exento de peligros para von der Leyen. Por ello, otros partidos, como los socialdemócratas, podrían negar su voto a la política.
La materialización del tan debatido giro a la derecha en la UE también estará probablemente vinculada a la cuestión de si los partidos populistas de derecha, nacionalistas y ultraderechistas de Europa se unen. Marine Le Pen persigue este objetivo porque, según las previsiones, estos partidos podrían convertirse entonces en la segunda fuerza dentro del Parlamento Europeo, detrás del PPE. Pero eso no es seguro.
El Parlamento recién elegido se reunirá por primera vez en Estrasburgo el 16 de julio. Para entonces debería estar claro cómo y en qué grupos políticos se organizarán los nuevos eurodiputados.
(mn/ct)